Chillida-Leku vuelve a ser noticia, parece que su reapertura está más cerca, aunque no están todos los obstáculos vencidos. Chillida-Leku es un museo dedicado a la obra y vida del gran escultor Eduardo Chillida (San Sebastián, 1924 – 2002), se trata de un gran espacio de 13 hectáreas con jardines y bosques y un caserío -de nombre Zabalaga- que data de 1543, está ubicado en las inmediaciones de Hernani, a seis kilómetros de San Sebastián, ciudad natal del artista a la que se sentía tremendamente arraigado. Chillida buscaba un espacio en el que mostrar sus obras y que perdurasen en el tiempo y encontró este caserío, que se encontraba en estado de ruinas; con la ayuda de su amigo arquitecto Joaquín Montero desarrolló un proyecto de restauración creando un gran espacio interior dividido en dos plantas. En el exterior se encuentran cuarenta esculturas, algunas de gran tamaño, y en el interior sus obras más delicadas, aquellas que no pueden estar en el exterior. Abrió sus puertas en el año 2000 y tras diez años de actividad tuvo que cerrar indefinidamente debido a la crisis económica en el 2010. Desde entonces y hasta la fecha la familia Chillida ha mantenido contacto con las instituciones competentes para llegar a un acuerdo para su reapertura, con encuentros y desencuentros y sin poder llegar a un acuerdo satisfactorio para ambas partes. Se pensaba que con el nombramiento de San Sebastián como Capital Europea de la Cultura en 2016 se iba a poder impulsar su reapertura, pero no ha sido así. Recientemente ha habido una serie de negociaciones que abrían paso a la esperanza, pero finalmente todo se ha venido abajo. Confiamos en que pronto se vuelva a abrir el diálogo y podamos visitar algún día Chillida-Leku.

Chillida-Leku, foto de Echiner1
Chillida-Leku, foto de Echiner1

El Museo Thyssen de Madrid inaugura la primera exposición en España del pintor impresionista Gustave Caillebotte (París, 1848-Gennevilliers, 1894). Titulada “Caillebotte, pintor y jardinero”, se compone de 64 pinturas provenientes de distintas colecciones y estará abierta al público hasta el 30 de octubre. Caillebotte nació en una familia acaudalada y heredó pronto una gran fortuna, lo que le permitió dedicarse a la pintura. Es una de las figuras menos conocidas del grupo de los impresionistas, era conocido sobre todo por ser un pilar económico del grupo, financiando en muchas ocasiones los gastos de los menos acaudalados como Monet, Renoir o Pissarro. La muestra abarca su recorrido pictórico desde sus inicios en el París de la época, hasta su pintura de jardines, la mayoría en la residencia “Petit Gennevilliers” que se mandó construir y en la que cultivó sus dos otras grandes pasiones: la navegación y la jardinería. La diseñó minuciosamente y tenía unos jardines maravillosos que desgraciadamente fueron destruidos en los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial en 1944. Se trasladó definitivamente allí en 1887 hasta su muerte en 1894, y es en esa época en la que se ve con frecuencia con Monet para intercambiar consejos sobre sus respectivos jardines, a los que dedican una considerable energía. Murió joven, a los 45 años, y sin descendencia, por lo que decidió donar su colección al Estado francés, compuesta de unas 400 obras propias y de artistas como Degas, Cézanne, Manet, Monet, Renoir, Pissarro y Sisley, obras que Francia al principio no quiso aceptar porque en aquel momento se cuestionaba la calidad de las pinturas impresionistas, una polémica que se conoce como el “Affaire Caillebotte”. Finalmente el Estado aceptó las obras, que son la base de lo que hoy es el mayor templo impresionista: el Museo D’Orsay de París.

Gustave Caillebote - Calle de París, tiempo lluvioso, boceto, 1877
Gustave Caillebote – Calle de París, tiempo lluvioso, boceto, 1877

En julio de 1816 el Parlamento Británico compró una colección de relieves escultóricos en mármol al Conde de Elgin, Thomas Bruce, por un monto de 35 mil libras de la época. Se trataba de esculturas provenientes de Atenas: más de la mitad de la decoración del Partenón. Una vez efectuada la compra, se asignó la custodia de los mármoles al British Museum. Elgin había sido embajador británico del entonces Imperio Otomano, que en aquellos momentos comprendía el territorio de Grecia, y durante su estancia allí realizó el expolio. Ahora, con la coyuntura del Brexit, un grupo de doce parlamentarios británicos de distintos signos políticos ha presentado un proyecto de ley en Westminster para impulsar la devolución de los denominados “mármoles de Elgin” a Grecia, que lo viene reclamando desde su victoria de la independencia en 1832. Algunos ven este movimiento como un gesto amable que podría ayudar en las condiciones de salida del Reino Unido de la Unión Europea. Una encuesta reciente señala que dos de cada tres británicos apoyan la devolución de los frisos, y que sólo cerca del 15% los habría visto en el museo. Y por otro lado, el Museo de la Acrópolis en Atenas tiene espacio para albergar las piezas expoliadas, ya que su galería dedicada al friso del Partenón muestra, junto a los relieves que quedaron en Grecia, espacios vacíos: los de las piezas que se exhiben en Londres.

Mármoles del Partenón en el British Museum
Mármoles del Partenón en el British Museum

Diecisiete proyectos diseñados por el arquitecto suizo Le Corbusier, y repartidos en siete países del mundo, fueron incorporados por la UNESCO a la lista de Patrimonio de la Humanidad. Esta designación ayudará a la protección y conservación de las obras para las futuras generaciones, debido a su especial valor cultural o físico. Eso nos hace reflexionar sobre el hecho de que de Frank Lloyd Wright sólo se sopesara un par de trabajos y que del brasileño Oscar Niemeyer se contemplara sólo Pampulha, da cuenta del valor pionero que la Unesco atribuye a Le Corbusier.

Lecorbusier - Dominican Monastery of La Tourette near Lyon, France. Image © Fernando Schapo
Lecorbusier – Dominican Monastery of La Tourette near Lyon, France. Image © Fernando Schapo

El Museo Ruso de Málaga acaba de inaugurar la exposición “Chagall y sus contemporáneos rusos”, que podremos visitar hasta el próximo 29 de enero, dedicada al maestro del color y a los contemporáneos que compartieron con él inspiración, historia y destino, un total de 60 obras de 15 autores, de las que 16 son de Marc Chagall (Bielorrusia, 1887 – Francia, 1985). La exposición nos presenta una muestra de su trabajo durante los años parisinos y los posteriores de retorno en Bielorrusia, poniendo su obra en relación con la de otros grandes artistas judíos como Robert Falk, Nathan Altman  o Vera Pestel.

Marc Chagall - Promenade, 1917
Marc Chagall – Promenade, 1917

En Madrid, en el Espacio Tabacalera Promoción del Arte, podemos visitar hasta el 28 de agosto la exposición “Bellver. Vida pasajera”, una retrospectiva de Fernando Bellver (Madrid, 1954), Premio Nacional de Gráfica 2008, dividida en nueve áreas y formada por más de 80 obras, que nos ofrece un recorrido por los últimos treinta años de trabajo del artista, un viaje a su universo particular. En la exposición podrán verse 22 de sus extraordinarios aguafuertes, además de óleos, esculturas o cajas de luz. Su obra, realizada con una destreza técnica deslumbrante, muy en especial en sus grabados, se construye a partir de lo que han creado otros, reciclándolo, mezclándolo y enfrentándolo. Así crea un “Descendimiento” con los personajes de Tintín, Batman crucificado, o Madona con el pato Donald y el muñeco de Michelin…, un guiño a los dadaístas y a Cabaret Voltaire.

Fernando Bellver - Madona [Macdonald], 1994, aguafuerte 100x100
Fernando Bellver – Madona [Macdonald], 1994, aguafuerte 100×100

Estas son las noticias que hemos seleccionado esta semana, esperamos sorprenderles también la semana que viene con nuestro blog https://www.tasararte.com/blog/

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