Un caso real, una obra de Daniel Sabater, antecedentes.

En este artículo, el primero de este año, os vamos a exponer un caso real que hemos tenido recientemente. A finales de diciembre, el 30 para ser exactos, se puso en contacto con Tasararte un particular, que posee un cuadro y quiere saber sobre él.

Cuando le preguntamos sobre ello, nos comenta que no tiene firma, que su padre sabía el nombre del artista pro que no lo apuntó y él no lo recuerda. Como información nos dice lo siguiente:

Mi bisabuelo paterno era el propietario de un casino en Valencia y se hizo bastante rico, pero sus hijos dilapidaron la fortuna cuando falleció. Mi abuelo paterno se vino a Madrid y se trajo este cuadro de la familia como toda herencia, pero falleció cuando mi padre tenía 18 años. Este cuadro lo hizo un pintor valenciano (o que vivía en Valencia) que era amigo personal de mi bisabuelo o de mi abuelo paterno (no lo sé exactamente), luego debe ser de la segunda mitad del siglo XIX o de principios del XX. Mi padre lo tuvo siempre en el salón y lo guardaba como oro en paño, decía que era de gran valor. A ver si esto les puede orientar un poco”.

Esta era toda la información de que disponíamos, y teníamos que averiguar el autor, conscientes de que ese era el punto clave para satisfacer a nuestro cliente. Teníamos un reto por delante, esto no siempre se consigue, en ocasiones es realmente difícil, cuando no imposible, pero nosotros lo conseguimos, dimos con el autor.

Realizamos el Dosier de Tasación, y se lo entregamos al cliente. Un resumen de este dosier es el que os presentamos a continuación.

Ficha Técnica – Obra de Daniel Sabater.

  • Autor / Escuela: Daniel Sabater y Salabert (Valencia, 1888 – Barcelona, 1951).
  • Título: Sin título. Por determinar.
  • Año / Época: 1918 – 1922.
  • Medidas: 78 x 92 cm.
  • Técnica / Descripción: Óleo sobre lienzo. Sin firma ni rúbrica alguna.
  • Estado conservación: Bueno.
  • Procedencia: Colección particular. Directamente regalado por el artista a los ascendientes del actual propietario.
Comentarios y observaciones sobre esta obra de Daniel Sabater.

Estamos ante una obra de temática surrealista. Es un cuadro de carácter expresionista. Predomina el colorido oscuro, con algunos puntos de luz concretos. La técnica es impecable, con un gran dominio del pincel y la composición.

Un hombre de gran tamaño, en comparación con su interlocutora, ambos desnudos, se muestra en cuclillas para ver y oír mejor a la bella y joven mujer que parece vociferarle. La cara lasciva y a la vez cómica del sujeto produce inquietud al espectador. Es de noche, y la nota de color la pone un paño que el susodicho sujeta con su mano izquierda, mientras que la derecha la muestra cerca de su oreja para oír mejor a la dama. Llama la atención el saltar de los ojos del protagonista y su sonrisa indeterminada pero de mal augurio.

Es una escena grotesca, de carácter teatral. El llamado “pintor de las brujas” sorprende, una vez más, por su iconografía bizarra, tétrica, que parte de lo onírico, de las pesadillas nocturnas.

El personaje de la mujer desnuda y de un tamaño inferior al de los interlocutores es recurrente en la obra de Sabater, como podemos observar en las siguientes imágenes de obras suyas, extraídas del catálogo de la exposición “HOMENAJE Sabater”, celebrada en el Círculo de Bellas Artes de Valencia en febrero de 1974.

De arriba abajo y de izquierda a derecha: 1.- Obra en estudio, detalle de la mujer retratada. 2.- “Obedecemos a nuestra manera”. 3.- “Siempre piensan en la guerra”, París, 1931. 4.- “Y el hombre hace eso”, París, 1932. 5.- “La coquetería en los infiernos”. 6.- Portada del catálogo de la exposición “HOMENAJE Sabater”, celebrada en el Círculo de Bellas Artes de Valencia en febrero de 1974.
De arriba abajo y de izquierda a derecha: 1.- Obra en estudio, detalle de la mujer retratada. 2.- “Obedecemos a nuestra manera”. 3.- “Siempre piensan en la guerra”, París, 1931. 4.- “Y el hombre hace eso”, París, 1932. 5.- “La coquetería en los infiernos”. 6.- Portada del catálogo de la exposición “HOMENAJE Sabater”, celebrada en el Círculo de Bellas Artes de Valencia en febrero de 1974.

Además, si observamos las dos siguientes imágenes, podemos comparar las facciones del varón de la obra que estamos estudiando con las del autorretrato que figura en dicho catálogo, titulado “Mis amigos y yo”. (Autorretrato). París, 1950. No tenemos la certeza de que en nuestra obra sea un autorretrato, pero sí podemos apreciar ciertas similitudes en las facciones, como en las cejas, nariz y boca; los ojos sin embargo aparecen histriónicos para resaltar la mirada de locura y lascivia del personaje, para producir cierta inquietud en el espectador.

1.- Obra en estudio, detalle del rostro del personaje varón. 2.- “Mis amigos y yo”(Autorretrato). París, 1950.
1.- Obra en estudio, detalle del rostro del personaje varón. 2.- “Mis amigos y yo”(Autorretrato). París, 1950.
Sobre el autor: Daniel Sabater y Salabert.

Daniel Sabater y Salabert nació en Valencia el 13 de diciembre de 1888. A los ocho años empezó a manifestar su inclinación por el dibujo. Poco estudioso, dejo la escuela para entrar a trabajar en casa de un pintor de abanicos y después en una fábrica. En 1904 se fue a Madrid, para subsistir pintaba abanicos por encargo de casas comerciales, especialmente de temas militares. Su primer encargo importante fue un lienzo de 150 x 200 cm, destinado al Asilo de Santa Cristina de la Moncloa con el tema “Seis tristes viejos agrupados alrededor de un árbol desnudo”, solicitado por su director Alberto Aguilera. Este cuadro fue expuesto en la Nacional de Bellas Artes de 1910.

En 1912 se traslada a París y pinta para las Hermanas de San Vicente de Paul, gran cantidad de retratos de la Venerable Madre y de San Vicente, que expedían para sus Misiones de China. En París desarrolló una obra qua alcanzó cierta resonancia. Obtuvo una pensión y regresó a Madrid donde pasó la primera Guerra Mundial, pintando miniaturas para anticuarios. Posteriormente, en 1918 fija su residencia en Barcelona, en donde en 1920 realizó en la Sala Prats una exposición de retratos al pastel que suscitó los elogios de la crítica.

Una frustración sentimental y la muerte de su padre originaron, seguramente, su drástico cambio estético. Tras realizar un Cristo de gran belleza dramática, intensamente expresionista, pasa a pintar obras que recrean un mundo fantasmagórico, repleto de símbolos extraños, una inquieta excitación pictórica se apoderó de él, ocasionando un profundo cambio en su temática y en su técnica. Probablemente a este periodo pertenece esta obra. Su paleta hasta entonces clara y brillante de color, queda reducida en su gama a ocres y negro.

El mundo se le presenta distinto al contemplarlo con nuevas perspectivas: hombres con todos sus defectos,  sentimientos confusos y,  la injusticia reinante con lo que ésta tiene de bajeza y de locura. Siente una gran predilección por pintar Cristos, Magdalenas, monstruos, brujas  y escenas macabras,  en las que ponía el máximo horror. Cada mañana iba al hospital de San Pablo a utilizar como modelos los cadáveres de ahogados, ahorcados y muertos de hambre, estudiando en sucesivos lienzos el proceso de su descomposición; “Miraba esta carne revuelta por la muerte como jamás miré la cara de una mujer”, llegó a decir el autor.

Esta exaltación, que le duro muchos meses, acabó con una exposición de estas obras. La crítica barcelonesa, salvo alguna que otra comprensiva excepción, proclamó el horror que estos temas le causaban, señalándolo como “el pintor de las brujas”, en relación con los seres deformes, peludos, simiescos, que representará habitualmente, pseudónimo con el que más tarde se haría famoso en el mundo.

La mala acogida que tuvieron estas obras determinó su decisión de trasladarse a América. A principios de la década de los veinte inicia un largo periplo americano de varios años de duración, que le llevará de Nueva York a Cuba, México y de nuevo a Cuba; y tras un breve paso por su país natal en 1923, a Brasil, en donde la ciudad de Sao Paolo le homenajeó y le concedió una medalla. Según Alejo Carpentier, que destacó especialmente el paso por La Habana del artista como difícilmente olvidable, “todos los pordioseros de Valencia lo conocían”.

En 1925 regresa a España y se instala en Salamanca, período en el que efectúa un gran número de Santa Teresas. En 1928 vuelve a París, donde permanecerá largas temporadas y en las que realizará la mayor parte de sus producciones. A pesar de vivir inmerso en los movimientos artísticos de aquellos años, permanece fiel a las raíces de una tradición simbolista europea y, al mismo tiempo, enclavada dentro del idealismo ibérico. Gitanas, brujas, pordioseros, la vida vagabunda y miserable de los bajos fondos fueron sus temas preferidos.

En París permanece varios años hasta su vuelta de nuevo a la Ciudad Condal ya con la II República. En todo caso continúa viajando y exponiendo en otros países. No regresará a España hasta que en 1948 realice un breve viaje a Barcelona, y más tarde en 1951, falleciendo en la Ciudad Condal en diciembre. En febrero de 1974 Valencia le rinde homenaje con una exposición antológica de su obra, “Homenaje Sabater”, en el Círculo de Bellas Artes de Valencia.

Encontramos un leitmotiv que constituye la obsesión de Sabater: el crimen de la guerra, el misterio vida-muerte y el sarcasmo de la civilización. Sabater recoge todo lo feo, lo insensato que los hombres hacen, lo ruin, lo grotesco, lo turbio del ambiente social humano y reacciona plásticamente: monstruos, hombres, calaveras, reyes, demonios, cadáveres, venus, Cristos y santas, son expresión plástica y simbólica. Sus famosas “brujas” no lo son en sí, sino que el verdadero protagonista de su obra es el dolor humano, la insensatez humana, la ridiculez humana, siendo sus personajes espectadores, testigos, críticos casi incrédulos de la verdadera brujería que reside en la maldad de los hombres.

Todo ello con un característico academicismo simbolista, con cierto sentido literario, y en otras ocasiones con una pincelada expresionista que lo acerca frecuentemente a Goya, con el que existen profundas afinidades

Mercado de la obra de Daniel Sabater.

Buena presencia del artista en el mercado secundario de casas de subastas, encontramos un total de 463 registros de obras subastadas en un periodo que abarca desde diciembre de 1986 hasta diciembre de 2022. De estos 463, 447 pertenecen a la categoría de Pintura, y el resto a las de Dibujo-Acuarela (14), Grabado (1) y Fotografía (1).

Sus principales mercados son España y Francia, que ocupan la mayor parte del mercado, habiéndose producido ventas esporádicas en Dinamarca, Estados Unidos, Suiza, Uruguay, Reino Unido, Sudáfrica y Bélgica. Hemos encontrado también obra suya vendida en plataformas de ventas como todocoleccion.net, Catawiki.com y ebay.es.

Sus precios son bastante variables y no están en consonancia con la calidad de su obra y trayectoria artística. Su récord de venta se produjo con su obra titulada “Una española en el inferno”, de 1928, un óleo sobre tabla de 33 x 41 cm que se subastó en Sotheby’s París en octubre de 2019, que partiendo de una estimación de 10.000 € – 15.000 € alcanzó un precio de martillo de 16.000 €, un valor que consideramos atípico, ya que sus siguientes registros más altos están por debajo de los 7.000 €.

Escogemos testigos especialmente en función de la temática, teniendo en cuenta también parámetros como tamaño, complejidad o composición.

Testigos de venta de la obra de Daniel Sabater.
  • Testigo 1: Y esta bez los gabiernos caeran en masa. (Et cette fois, les gouvernements céderont en masse) (1949)
  • Lote n° 17.
  • Pintura. Oleo/hardboard. 33 x 41 cm
  • Precio de remate: 830 €
  • Estimación: 300 € – 400 €
  • Mobilier & Objets D’Art.
  • 17/02/2022. Hotel des Ventes de Toulon SARL, Toulon, Francia
  • Detalles: Firmado inferior derecho

  • Testigo 2: Personnages grotesques et jeune femme nue (1930)
  • Lote n° 162
  • Pintura. Oleo/lienzo. 67 x 56 cm
  • Precio de remate: 1.450 €
  • Estimación: 800 € – 1.200 €
  • Vente de prestige.
  • 08/05/2021. Hôtel des ventes de Montpellier Languedoc, Francia
  • Detalles: Firma fecha inferior izquierdo.
  • Estado: percée à la toile

  • Testigo 3: «Coleccion de X Cuadros Humoristocos (n° 1)» (1942)
  • Lote n° 411
  • Pintura Oleo/lienzo. 65 x 100 cm
  • Precio de remate: 5.000 €
  • Estimación: 2.000 € – 3.000 €
  • 02/10/2020. Crait + Müller. DROUOT-RICHELIEU, París, Francia
  • Detalles: Firmado inferior izquierdo. Reproducido en la página 87 del catálogo

  • Testigo 4: «La Divilidad del Rey» (1947)
  • Lote n° 413
  • Pintura. Oleo/lienzo. 38 x 55 cm
  • Precio de remate: 1.500 €
  • Estimación: 800 € – 1.200 €
  • 02/10/2020. Crait + Müller. DROUOT-RICHELIEU, París, Francia
  • Detalles: Firmado inferior izquierdo. Reproducido en la página 87 del catálogo

  • Testigo 5: El Orgullo de la Família
  • Lote n° 1432
  • Pintura. Oleo/lienzo. 57,3 x 67,7 cm
  • Precio de remate: 1.270 € (8.400 BRR )
  • Estimación: 907 € (6.000 BRR)
  • 30/09/2020. Subasta en línea. James Lisboa Escritorio de Arte, Brasil

  • Testigo 6: «Una española en el inferno» (1928)
  • Lote n° 118
  • Pintura. Oleo/tabla. 33 x 41 cm
  • Precio de remate: 16.000 €
  • Remate con comisión : 20.000 €
  • Estimación: 10.000 € – 15.000 €
  • Art Impressionniste et Moderne
  • 17/10/2019. Sotheby’s, París, Francia
  • Detalles: Firma fecha Localizada «Daniel Sabater Daniel Sabater de España Valencia, Paris 1928» Titulo / dorso. Reproducido en la página 37 del catálogo.
  • Procedencia: Sale: Hôtel Drouot, Paris, October 25, 2004, lot 196; Private collection, Paris

  • Testigo 7: «El dia que mandemos, las ban a pasar negras»
  • Todocoleccion.net
  • Pintura. Óleo sobre lienzo. 86 x 70 cm
  • Vendido por: 450 € 
  • 07/12/2017
  • Modalidad: Venta directa.
  • Estado del lote: Tiene una rotura en el lienzo
  • Detalles: Firmado.

Conclusiones.

Tras el estudio realizado de la obra y su mercado, llegamos a la conclusión de que su valor estimado actual, enero de 2023, es de € 4.500 – € 5.000. Es una cifra real pero optimista, teniendo en cuenta la situación de crisis global que estamos atravesando, en la que hay más oferta que demanda, si el propietario quiere vender con cierta urgencia, debería plantearse bajar el precio, y si por el contrario no tiene prisa en venderlo o prefiere permanecer con la obra, este es un valor justo.

Despedida.

Es un resumen del informe que entregamos al cliente, no lo ponemos completo porque sería muy largo, que ya de por sí lo es bastante esta entrada de blog. Esto es todo por hoy, confiando en que quedéis igual de satisfechos que nuestro cliente, nos despedimos hasta nuestro próximo blog www.tasararte.com/blog/

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