A veces una sola obra basta. Jose Luis Puche es un artista joven a tener en cuenta. Nació en Málaga en 1976 y ya es reconocido internacionalmente. Ha expuesto por toda Europa, Estados Unidos, Australia o Emiratos Árabes, participado en ferias como Art Bassel o Arco. El CAC Málaga tiene obra suya, y también en su ciudad natal en el Centre Pompidou hizo una intervención en las escaleras de acceso en febrero del pasado año dentro del marco de actividades del MaF con su obra “Papá”, muy elogiada en los medios.

Ahora Puche expone en Madrid en la galería XF Proyectos de Xavier Fiol, hermana pequeña o sucursal de Xavier Fiol (XF) contemporary art & projects en Palma de Mallorca. Y lo hace con una sola obra, de grandes dimensiones, concebida para este espacio de reducidas dimensiones, tan solo de treinta y cinco metros cuadrados. La obra se titula igual que la exposición: “En el nombre de los pájaros”, y mide algo más de dos metros de alto por seis de ancho.

La pieza es un políptico de cuatro piezas de grandes dimensiones, concebido con la clara intención de ser una sola obra para un espacio pequeño. De esta forma, Jose Luis Puche consigue establecer un estrecho vínculo entre obra y espectador. Es prácticamente una inmersión dentro de la obra.

José Luis plantea una obra con un paisaje campestre y una escenificación lúdica, donde las personas y animales conviven a ritmo de un vibrante vuelo, un utópico planteamiento que nos recuerda a algo que nunca hemos vivido, una caprichosa metáfora de la convivencia pacífica entre hombres y animales en un espacio idílico.

La técnica que utiliza para su creación es un proceso largo y laborioso. Trabaja por capas. Comienza a dibujar con carbón graso, lava el resultado con agua para diluirlo y repite el proceso hasta tres veces, utiliza también el pastel graso y lápices de colores que proporcionan un aire onírico al conjunto.

La ejecución le ha durado seis meses. Recreó en su estudio de Málaga la planta de la galería. En “En el nombre de los pájaros” aparecen cinco personas, un burro y un perro volador, todo ello con un fondo de cañaveral, del que surge o aparece a la izquierda camuflado un gato negro de ojos amarillos, que no es otra que Buenasuerte, su gata que, desde que murió, aparece en muchas de sus obras, una forma de devolverle a la vida. Uno de los personajes centrales de la obra le da un beso al burro en pleno salto, que es la forma que tiene José Luis Puche de simbolizar la comunión entre las distintas especies.

Gracias por leernos, y hasta nuestra próxima entrada en el blog www.tasararte.com/blog/

Jose Luis Puche - Papá, 2017. Carbón graso sobre papel Saunders Waterford. 3.177 × 400 cm. Intervención en las escaleras del Centre Pompidou Málaga.
Jose Luis Puche – Papá, 2017. Carbón graso sobre papel Saunders Waterford. 3.177 × 400 cm. Intervención en las escaleras del Centre Pompidou Málaga.
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