Así es el mundo del arte, un universo que una vez que te ha atrapado va ganando terreno en tu día a día hasta no dejar tregua al conocimiento, siempre quieres saber más, siempre quieres comprender. Dicen que el arte activa partes del cerebro que ayudan a modificar el conocimiento general de la vida, a discernir de otra manera, más universal, más completa. Para eso están los artistas, para ofrecer a través de sus creaciones un mundo propio cargado de significados, que cuando salen de una reflexión y de un procedimiento acorde a una intención, calan en el espectador e interactúan con él. Vamos al grano. Carl André (USA 1935) inaugura una muestra en el Museo Reina Sofía de Madrid. Este autor de esculturas minimalistas rechaza cualquier etiqueta y se muestra hostil al encasillamiento. El museo ofrece una retrospectiva, Carl André: escultura como lugar 1958-2010, que viene de Nueva York y también viajará por Berlín, París y Los Ángeles. Sus obras son simples, geométricas y desnudas, de materiales nobles, su nombre se asocia al reduccionismo, la repetición, el serialismo que caracteriza sus creaciones, cercano al Land-art con vínculos con el arte povera y planteamientos cercanos al arte conceptual, no entiende por qué los historiadores ponemos etiquetas a todo, se muestra huraño y hostil, dice que no le gusta el arte contemporáneo y que no va a exposiciones. Parte de su leyenda está en la que fue su mujer, Ana Mendieta, una artista cubana (Cuba 1948-1985) conceptual, polifacética, conocida por sus obras llamadas earth-bodyart, siempre reivindicando el papel de la mujer latina en América y la terrible brutalidad que se ha ejercido sobre ella de manera recurrente y con impunidad. Ana murió en condiciones trágicas a los pocos meses de haberse casado con Carl André; interesante la relación de estos dos creadores tan dispares y tan implicados en su obra.
Venecia inaugura su Bienal numero 56 ofreciendo arte sociopolítico a espuertas; es lo que en la actualidad más elaboran los artistas y más se exhibe, lejos de la estética. La emigración, el hambre, las persecuciones políticas, la discriminación sexual, el cambio climático son algunos de los temas que empapan las obras dando predominio al vídeo arte y la fotografía, con deciros que uno de los protagonistas es Karl Marx y que una performance en la feria es la lectura de El Capital, ideado por el artista londinense Isaac Julien (GB 1960). Ponernos a analizar los defectos de la obra de Marx, que nunca dejó claro cómo desarrollar esa civilización utópica nacida de la revolución, sería salirnos del tema; lo que sí preocupa es el activismo sin realismo, ni adecuación a la coyuntura actual. Todo por el qué dirán. Dicen que en esta edición de la bienal España no está bien representada; aunque algunos creadores reflexionan en torno a la figura de Salvador Dalí para reivindicar las raíces de España en torno al surrealismo, y al Dalí más cercano a la performance, un proyecto titulado Los sujetos comisariado por Martí Manen exhibe obras de Helena Cabello & Ana Carceller, Francesc Ruiz y Pepo Salazar. Y profundiza sobre la personalidad del artista de Cadaqués. La bienal no olvida al pueblo armenio al cumplirse los 100 años del primer genocidio del siglo XX en el que millón y medio de seres humanos fueron asesinados por los turcos, los armenios acusados de colaborar con los rusos y obligados a desplazarse de sus hogares; ello lo conmemoran 18 artistas en el Monasterio de San Lázaro en Venecia.
Una figura a la que rinde tributo el Centro de Arte Parisino George Pompidou es a Le Corbusier (Charles Édouard Jeanneret-Gris) (Suiza 1887-1965), el arquitecto que revolucionó la arquitectura por la inclusión de nuevos materiales y el concepto espacial de practicidad e inclusión de nuevas dimensiones con un módulo regulador de los espacios, el célebre Modulor (que funcionaba como un sistema de mediación y gesto poético). Se han empañado sus creaciones y su inteligencia, ya que se le relaciona con el fascismo más recalcitrante, se sabe de su admiración por Mussolini, pero no de su antisemitismo y de su relación con el régimen de Vichy. (Martin Heidegger y Edgar Degas, cada uno en lo suyo, también tienen empañada parte de su personalidad por estas asociaciones tan confusas, parece mentira). Volviendo a la exposición de Le Corbusier, con 300 obras y objetos, maquetas arquitectónicas, óleos, dibujos y esculturas, muestra además poemas y correspondencia personal que incluye fragmentos en los que habla de “…la limpieza de la inmundicia humana que habita las calles”; en fin… un mito más que a pesar de sus enormes aportaciones deja mucho que desear como persona.
Estos días ha saltado a la actualidad la negativa del Ministerio de Cultura ante la rogatoria de que una obra de Picasso propiedad de Jaime Botín salga de España a Londres; el cuadro Head of a Young woman, de 1906 y valorado en 26 millones de euros, se ha declarado inexportable ya que fue creado por el genio andaluz durante su estancia de tan sólo un verano en Gósol, un pueblo de Lérida, y no sólo pertenece a este periodo excepcional del artista sino que la obra en sí demuestra su evolución hacia un cubismo incipiente, que más tarde influiría en la pintura del siglo XX. Han querido hacer lo imposible para llevar la obra a Reino Unido alegando que está en un velero de bandera británica en Valencia, pero eso no ha servido de nada, la Junta de valoración la ha declarado BIC y por lo tanto inexportable, regida por las normas administrativas españolas. Hablando de piezas singulares y en este caso abarcando otros territorios occidentales, El New York Times dedica un extenso reportaje a cómo algunos grandes e importantes territorios de Europa quieren paliar su déficit por los recorte de los estados en cultura, vendiendo algunas piezas que cuelgan de las paredes de los museos y significan grandes cantidades de dinero. Museos de Reino Unido, Francia, Alemania, Holanda necesitan ingresos y se plantean vender obras para cuadrar sus cuentas, hacer reparaciones o financiar ampliaciones, sacar al mercado algunos cuadros u objetos de arte para compensar los recortes. El eterno dilema…
Bueno, nos estamos extendiendo mucho, resumiremos que en la ciudad de Detroit las galerías del Instituto de la Artes de Detroit exhiben una muestra de Diego Rivera y Frida Kahlo, allí vivieron 11 meses desde abril de 1932 por un encargo gubernamental; El Metropolitan de Nueva York inaugura una exposición sobre la influencia China en la moda a través del arte, con Anne Wintour como directora. La ampliación del Museo de arte abstracto de la Fundación March de Cuenca, por la reforma que acoge la inclusión en el espacio del Mesón de las Casas Colgadas. Que el Museo Whitney de Nueva York abre las puertas de su nueva sede a obra de Renzo Piano con la expo America is hard to see, un museo que muestra todo el arte americano del siglo XX y XXI; esta institución es obra de Gertrude Vanderbilt Whitney, una mecenas que lo creo en 1918. Gracias por leernos, la semana que viene más en https://www.tasararte.com/blog/