Los contagios artísticos entre culturas siempre son beneficiosos, cada país crea su germen fruto de su historia y evolución, y quienes lo contemplan con un espíritu de apertura quedan maravillados por la singularidad de la propuesta, a veces tan alejada de la estética artística de quienes lo contemplan. Los jardines japoneses siempre nos han causado asombro a los occidentales y son conceptos que han aportado inspiración a artistas españoles, europeos y norteamericanos. La Casa Encendida de Madrid estos días apuesta por mostrarnos en una exposición el paisajismo nipón para profundizar en su concepto. Para los japoneses el jardín debe ser un lugar de conocimiento y reflexión, ¿Quién no ha sacado alguna vez un libro al jardín para fundir su concentración con la naturaleza y luz que inunda por antonomasia un espacio como el que mencionamos? Y es que Japón y sus modos de vida y arte han sido ampliamente admirados por creadores europeos desde tiempo inmemorial.

Y volvemos a hablar de arquitectura, tema recurrente, dadas las magníficas creaciones que van configurando el skyline de nuestras ciudades. Por estos días, en la Bienal de Venecia, se celebra una muestra comisariada por el excepcional Rem Koolhaas (Rooterdam 1944) que rehúsa mostrar obras de los arquitectos estrella para mostrar otra cara, un discurso diferente, mira al pasado para leer el futuro y España tiene su insigne representación.  Hay mucha originalidad en su propuesta como el espacio dedicado a Elementos de la arquitectura en el que muestra la evolución de ascensores, balcones, bisagras, escaleras, etc.

Rem Koolhaas

Imposible eludir mención a la fotografía, si PhotoEspaña puebla la ciudad de Madrid y se rescatan instantáneas de artistas como Antoni Arissa (Barcelona 1900-1980), a quien Telefónica dedica una exposición monográfica comisariada por Rafael Levenfeld y Valentín Vallhonrat nada más y nada menos. Y es que la familia del fotógrafo, en ese momento sólo un aficionado, tiró los negativos de cristal cuando vendió la casa en la que vivió, tantos ejemplos de este tipo que nos provocan angustia… Y de la fotografía saltamos al Pop Art, un movimiento rompedor que se calificó como popular, efímero, prescindible, joven, ingenioso, divertido y sexy que resulta que perdura, no se extingue y además continúa siendo demandado (véanse los resultados del mercado secundario en artistas de esta temática). El Museo Thyssen de Madrid presenta una muestra de Mitos del pop, ese movimiento neoyorquino de los sesenta que galeristas como Leo Castelli (1907-1999) consiguieron rentabilizar en una época muy determinada en la que el arte traslada su centro al otro lado del atlántico, y es que Europa estaba devastada por un magnicidio sin precedentes. Es una cita con la vanguardia de masas que no debemos dejar pasar. A pesar de que la gravedad de los escenarios y ritos de la alta cultura sean sustituidos por el desenfado de esta propuesta, eso es lo bueno de esta época. Que cabe de todo. En nuestro Blog hablaremos de este y otros temas semana tras semana, te esperamos en nuestro blog de Tasararte.

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