Un pintor de españoladas; así titula el diario El País la muestra que inaugura la Fundación Mapfre Recoletos en Madrid sobre el pintor español Ignacio de Zuloaga (Éibar, 1870 – Madrid, 1945). “Zuloaga en el París de la Belle Époque. 1889-1914” se compone de noventa obras del pintor junto a otras de amigos y autores que admiró y coleccionó. El recorrido está pensado para dar una idea de su trayectoria, y se estructura en siete ámbitos: “Sus primeros años”, “El París de Zuloaga”, “Émile Bernard”, “Auguste Rodin, “El retrato moderno”, “La mirada a España. Zuloaga coleccionista” y “Vuelta a las raíces”. En una de las salas se destaca su faceta como coleccionista con obras de El Greco, Zurbarán y Goya. La exposición es un recorrido que ilustra una España estancada en relación al resto de Europa con imágenes de curas, toreros, enanas, alcaldes rurales, galgos huesudos e ilustres retratos de la burguesía y oligarquía del momento. Las obras proceden de colecciones particulares y museos de todo el mundo como el Orsay, Picasso, Rodin, Uffizi, Hermitage, Reina Sofía o Bellas artes de Bilbao, para hacernos bucear en el imaginario de un hombre de cultura francesa y española, cuyo apoyo al franquismo en lo político le pasó factura, pero con un innegable estilo personal y muy presente en el arte de la Historia de España.

Una dudosa Virgen de Murillo sale a subasta en la sala madrileña de Alcalá Subastas como autentica por 750.000 euros; Enrique Valdivieso, el máximo experto en Bartolomé Esteban Murillo (Sevilla, 1617 – 1682), asegura que estamos ante una buena copia antigua, pero no ante un auténtico Murillo; esta obra se supone que la pintó el maestro en su época de juventud para el Convento del Carmen Calzado de Sevilla en 1645-1650, y que según dice ahora se conserva en el Palazzo Pitti de Florencia; otro argumento que dice Valdivieso es que si fuera autentica saldría a más del doble del precio estipulado. La documentación que aporta la sala sobre la procedencia de la obra es que “Madonna Eden” perteneció a William Eden, quien la adquiere en 1834, se subasta en Sotheby’s en 1933 y pasa a propiedad del pianista Iturbe, cuyos herederos la subastaron como una obra de taller de Murillo. El tema de las atribuciones es complicado dada la alta cantidad de copias falsas que circulan como auténticas y que se hicieron en la misma época de creación que los originales.

Madonna Eden, obra supuestamente de Bartolomé Esteban Murillo
Madonna Eden, obra supuestamente de Bartolomé Esteban Murillo

El Museo Guggenheim de Nueva York retira de una exposición temporal tres piezas de videoarte por la utilización explicita de animales vivos. La muestra “Art and China after 1989: Theater of the world” trata de ofrecer una visión del arte chino desde la tragedia de Tiananmén hasta los juegos Olímpicos de Pekín, va a exponer 150 trabajos y tres de ellos han sido censurados por grupos activistas que han amenazado explícitamente y repetidas veces al museo si las incluyen en sus contenidos. Las piezas son un vídeo denominado “Los perros no pueden tocarse unos a otros” de Sun Yuan y Peng Yu en la que ocho perros enfrentados sobre cintas de correr, sujetos con arneses, intentan luchar entre ellos; “Un caso de estudio de transferencia” de Xu Bing que muestra dos cerdos copulando; y “Teatro del mundo” de Huang Yong Ping en la que varios reptiles se muestran en una jaula octogonal junto a anfibios e insectos que interactúan alrededor de una lámpara. Mucha polémica ha dado este tema y no es para menos. Las piezas apartadas ya se han podido ver en otros museos de Europa, Asia y Estados Unidos.

Unas cuantas noticias breves: La Fundación Arte y Mecenazgo de la Caixa ha premiado este año al artista Asier Mendizábal por su trayectoria, a Elba Benítez por su labor como galerista y al coleccionista holandés Han Nefkens como mecenas. La colección de Soledad Lorenzo depositada en el Museo Reina Sofía de Madrid se muestra en una exposición temporal con cincuenta y ocho piezas de diecinueve creadores que nos muestran el camino que tomó el arte en España durante tres generaciones. Soledad Lorenzo, una de las más importantes galeristas del siglo XX en España y que más ha hecho por el arte, donó su colección personal de piezas no vendidas en la galería al Museo y manifiesta su honor de poder ver las obras que le pertenecen expuesta en la institución; en diciembre habrá otra muestra titulada “Cuestiones personales” cuya temática girará sobre la recuperación del lenguaje figurativo y la metamorfosis de la representación en las últimas décadas. Otra galerista española de gran prestigio es Helga de Alvear, cuya colección personal supera las tres mil piezas y cincuenta de ellas incluyendo videoarte serán invitadas a la próxima edición de Paris Photo en el Grand Palais de París, comisariada por Marta Gili, directora del Jeu de Paume parisino; cuarenta y seis fotografías y cuatro vídeos compondrán la muestra “Las lágrimas de las cosas. Colección Helga de Alvear”, con obra de Edward Ruscha, Thomas Ruff, Ignasi Aballí entre otros.

Las lágrimas de las cosas. Colección Helga de Alvear – Thomas Demand – Ghost, 2003.
Las lágrimas de las cosas. Colección Helga de Alvear – Thomas Demand – Ghost, 2003.

Y terminamos con Doris Salcedo, la artista colombiana cierra el Hay Festival en Segovia queriendo hacernos reflexionar sobre la migración; es una artista muy involucrada en dar visibilidad a los conflictos sociales de su país y a la tragedia de miles de personas obligadas a dejar sus casas y emigrar para poder subsistir. Quiere atraer la mirada del espectador a realidades incomodas. Su obra es como una oración fúnebre, dice que la estética que tiene la muerte refleja la ética que tenemos sobre la vida; difícil de entender, pero profunda. Doris recibió en 2010 el Premio Velázquez de las artes Plásticas y el próximo viernes 6 de octubre el Museo Reina Sofía presentará en el Palacio de Cristal del Parque del Retiro “Palimpsesto”, el nuevo proyecto que ha creado específicamente para este espacio. Palimpsesto hace referencia a todas las personas emigrantes que han fallecido en el Mediterráneo y el Atlántico persiguiendo una vida mejor y con mayores libertades. La superficie del Palacio quedará totalmente cubierta con 192 paneles de los que, por medio de una estudiada ingeniería hidráulica, brotará agua componiendo los nombres de algunos de los miles de refugiados ahogados.

Gracias por leernos, la semana que viene más.

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