Son palabras de Odelie Delanda, la experta en Francisco de Zurbarán (Badajoz 1598-1664), comisaria de la exposición que ha inaugurado estos días el Museo Thyssen Bornemisza de Madrid, y también autora del catalogo razonado que tanto interés ha despertado en el extranjero por la obra del artista del Siglo de Oro. La muestra, que estará hasta Septiembre, consta de sesenta y tres lienzos que incluyen bodegones elaborados por el hijo del pintor. Vuelven los medios a mencionar que fue eclipsado por Velázquez -¿recuerdan el post de la semana pasada que hablaba de lo mismo cuando anunciábamos la exposición de Vicente Carducho?-. Con Zurbarán encontramos un pintor representativo de la Contrarreforma, había que educar a un pueblo iletrado con imágenes del Antiguo y Nuevo testamento. La gran obra que se exhibe es “San Serapio”, de un museo en Hartford en USA, pintada en 1628, muestra la entrega de un monje del siglo XIII a su muerte, después de sufrir tortura en manos de piratas sarracenos. Es su etapa más tenebrista, en la que muestra su gran virtuosismo técnico y la profundidad de su mirada. Hablando de miradas, cómo no mencionar al fotógrafo guatemalteco Luis González Palma (1957), que exhibe estos días en la Fundación Telefónica de Madrid: “Luis González de Palma. Constelaciones de lo intangible”, que reúne 70 obras que van desde 1988 a 2015. Es impresionante el análisis de las miradas que aporta su obra al espectador, trata aspectos relativos a la identidad, la introspección, la memoria, la intimidad y una reflexión sobre el poder y la representación de lo no visible. En fin, que en su evolución deja impactado al espectador y lleno de imágenes que invitan a una reflexión profunda sobre el alma de las personas y del papel de Europa en las relaciones con los indígenas americanos.

Respecto al tema de autorías y expertizaciones que tanto trabajo nos da, parece que una restauración otorga de nuevo la autoría de Rembrandt a un lienzo que ha sufrido múltiples variaciones de status: “Saúl y David”, pintada por el maestro holandés entre 1645 y 1652, parece ser que es un periodo en el que el maestro aportaba más luz a sus pinturas bíblicas. Los avatares del lienzo dan para una monografía: reconstruido a partir de 15 pedazos de lienzo, perteneció, entre otros, al famoso merchante de arte del siglo XIX Paul Durand-Ruel (París 1831-1922); y es que las atribuciones son siempre cuestionables, ya que estos artistas tenían grandes talleres con pintores empleados que componían y producían como si fueran de mano del maestro, si a eso sumamos que a lo largo de la historia los estudiantes o artistas ensayaban y creaban a la manera de los grandes, todo se complica. El ojo de un experto y la intuición ayudan mucho a dilucidar, además de conocer bien la obra de maestro imitado, conocer su caligrafía interna, su modo de crear y componer, saber distinguir la calidad de la mediocridad y los análisis de laboratorio de los materiales utilizados (lienzos y pinturas); en fin, un proceso lleno de pruebas evidentes y subjetivas en las que nunca te dicen “sí es del maestro” sino “podría ser” o “no es”, y cuando dicen “no es” es donde no hay vuelta de hoja, aunque a veces como en este caso se dan vueltas y vueltas sin parar.

El disidente artista Chino Ai Wei Wei (Pekín 1957) vuelve a ser noticia. Abre su primera exposición individual en Pekín (nadie consigue silenciar la voz de los artistas); a pesar de no poder salir de Pekín y de que el régimen comunista intente silenciar su voz, ha expuesto en Sevilla, Barcelona, San Francisco y ahora también expondrá en Londres. Su obra, siempre polémica, esta vez gira en torno a la reconstrucción del Pabellón de la familia Wang, templo de más de cuatro siglos que ha tenido diversos usos, no sólo para practicar el culto, sino también para hacer negocios o impartir justicia, era el corazón de la vida social de la comunidad, y con la llegada del maoísmo  en 1949 se confiscó y quedó en ruinas. En la muestra, el pabellón vacio y reducido a vigas y pilares, sirve de recordatorio de los cambios que ha sufrido la sociedad china desde 1949 y cómo perdieron su sentido los símbolos más  respetados de antaño, un símbolo de una cultura milenaria que hace elocuente una pérdida de valores ancestrales en su idiosincrasia actual. La reconstrucción supuso un enorme esfuerzo del equipo de diseñadores y expertos en arquitectura antigua. Todo un mensaje esta vez no censurado.

Queremos contarles que nuevamente se ha producido una atentado contra el Patrimonio Histórico Artístico, esta vez en Egipto, Luxor, hablamos del Templo de Karnak. Ha sido un intento fallido de atentado suicida en el que han muerto dos terroristas, cinco civiles y agentes heridos de poca gravedad, el objetivo era un autobús de turistas occidentales, y ha provocado la cancelación de infinidad de viajes por parte de turistas ante una nueva amenaza. Deplorable manera de reivindicar, no se sabe muy bien qué… Y terminar apuntando el derrumbe de dos capiteles románicos del Museo Arqueológico de Madrid, sin consecuencias y fácilmente restaurables; increíble que hayan abierto el museo en 2014 y tan pronto ocurran estos desastres. Al margen del incidente, estamos ante un gran museo que más que arqueológico habría que llamarlo histórico. Gracias por llegar aquí, cada semana más en https://www.tasararte.com/blog/