Tiziano.
Tiziano Vecellio di Gregorio nació en Italia en 1488, en Pibe di Cadore, en el seno de una familia acomodada, lo que le permitió dedicarse a la pintura. Se formó en Venecia, en el taller de los Bellini. Giovanni Bellini era cuñado de Andrea Mantegna, amigo de Sebastiano del Piombo y de Giorgione, dos grandes de la pintura veneciana.
Estos destacados maestros influyeron de forma definitiva en el periodo de formación de Tiziano y en etapas posteriores. Tiziano también admiró a los artistas del norte de Europa, en especial a Durero.
Fue un artista longevo, y su obra fue inmensa y variada. Nombrado en 1516 pintor oficial del Consejo de Venecia. Trabajó en Padua, Bolonia, Augsburgo y Roma, y fue pintor de Cámara de Carlos V y de Felipe II, monarcas que en todo momento le demostraron una gran admiración y respeto.
Contrajo matrimonio en 1525, y tuvo tres hijos. Falleció de peste el 27 de agosto de 1576. Venecia despidió con grandes honores a su gran y querido pintor, con solemnes exequias en la Basílica de San Marcos.
Tiziano y las escenas mitológicas.
Dedicó gran parte de su vida a estudiar mitología en la Metamorfosis de Ovidio como fuente de inspiración. Cuando trabajó en la Corte de Ferrara con Alfonso I de Este, le encargó varios cuadros a los que llamó “Poesías”, para decorar el llamado Gabinete de Alabastro del castillo de Ferrara.
El primero de la serie de las “Poesías” fue “La ofrenda de Venus”. También pintó “La Bacanal”, una de sus obras más célebres. Ambas obras, pintadas entre 1518 y 1519, se encuentran hoy en el Museo del Prado, porque fueron regalados en 1639 a Felipe IV por un destacado miembro de la familia Ludovisi. También pertenece a esta serie “El triunfo de Baco”, hoy en la National Gallery.
Los cuadros mitológicos de Tiziano tienen influencias formales de los grandes escultores del mundo clásico, cuyas obras pudo conocer a través de copias romanas, conservadas en las Colecciones Papales y privadas de las Cortes en las que trabajó.
La bacanal de los andrios.
“La bacanal de los andrios” fue obra de su primera madurez, de la época en la que inició contacto con la Corte de Ferrara. Como ya hemos explicado, formó parte del Gabinete de Alabastro de Alfonso I de Este, en su castillo de Ferrara, luego estuvo en Roma, y está datada su salida de la ciudad eterna en 1640. Fue muy criticado por los artistas romanos, que consideraban esta obra como prototipo del Barroco neoveneciano.
Este singular cuadro es un estallido exultante de vitalidad y desenfreno. Los habitantes de Andros eran isleños y henchidos de vino por obra y gracia de Dioniso (Baco), esto dice Filóstrato. Si observamos el cuadro detenidamente, en primer plano aparece la figura de una bella mujer dormida, que podría ser la princesa cretense Ariadna, hija del rey Minos, quien ayuda a Teseo a luchar contra el Minotauro, y fue abandonada en la isla de Naxos y recogida por Baco. Este personaje se repetirá en la obra de varios artistas franceses del siglo XVIII.
La figura de un viejo, que se ve durmiendo al fondo de la obra, descansa plácidamente bajo los efectos del vino. Al fondo se ve el mar, y sobre su rizada superficie hay una nave que se dirige a la isla, es Dioniso, quien navega hacia la orgía de los andrios. Las velas blancas presagian un feliz desenlace. Hubieran salvado al padre de Teseo de arrojarse al mar.
Violante.
Si volvemos a analizar la obra, diversos habitantes de Andros, medio desnudos, en plena fiesta, beben y bailan plácidamente, disfrutan de los placeres propiciados por la belleza del paraje y el ardor del vino en su interior.
La figura central, que sostiene un platillo, parece ser Violante, amada de Tiziano, que luce dos violetas en el pecho y otra en la oreja. La hoja de música que se ve delante de ella contiene una canción popular francesa, que contiene un mensaje sublime al gozo de la vida y el gusto por la sagrada bebida de Dioniso. La firma del pintor figura en el ribete del pecho de la joven. Entre la figura dormida y Violante aparece un niño, que representa la infancia feliz.
Dioniso.
La obra habla de nuestro dios favorito, Dionisio, hijo de Sémele y de Zeus. Hera, la esposa de Zeus, celosa de las amantes de su esposo, convenció a Sémele para que le pidiera a Zeus su deseo de verle en todo su esplendor como prueba de su divinidad, y aunque éste no quiso en un principio, terminó accediendo, se presentó ante ella con sus truenos, vientos y rayos, y Sémele murió carbonizada.
Pero Zeus rescató al niño que su amante llevaba en sus entrañas, y le permitió crecer dentro de su muslo. Cuando fue lo suficientemente fuerte, vino al mundo, con sus cortejos de sátiros, ménades y vacantes, que le siguen bebiendo, cantando y expresando su alegría.
Hay que ir al Museo del Prado a ver esta obra, y sólo recordar que la libertad, la belleza y el disfrutar de la vida, es el mensaje que transmite. Esto es todo por hoy, gracias por llegar hasta aquí, nos despedimos hasta la próxima entrada en nuestro blog www.tasararte.com/blog/.