Max Beckmann es uno de los artistas alemanes más destacados del siglo XX. Nació en 1884 Leipzig en el seno de una familia acomodada. Le tocó vivir una época convulsa, vivió la Primera Guerra Mundial, en la que sirvió como enfermero y cuya experiencia le produjo una crisis nerviosa que le marcaría por el resto de su vida. Vivió el éxito en vida, éxito que se vería truncado por el ascenso del nazismo al poder, que le cesaron de su puesto académico de la Escuela Estatal de Artes y Oficios de Frankfurt y denostaron su arte, impidiéndole exponer en público e incluyendo diez cuadros y numerosos dibujos suyos en la exposición Arte Degenerado en Múnich en 1937. Esto provocó que abandonase Alemania, a donde nunca regresó. Primero se fue a Ámsterdam, hasta 1947, para después marchar a Estados Unidos, primero Misuri y más tarde Nueva York, en donde murió en 1950 por un ataque al corazón mientras se dirigía al Museo Metropolitano para asistir a una exposición de su obra. Su arte se manifiesta en el tormento del exilio.

Beckmann fue un pintor trágico, conocedor del lado oscuro y de que la vida es un juego perdido de antemano (son sus propias palabras), pero al mismo tiempo era un enamorado de la vida, y en su obra también tuvo cabida la pasión, la sensualidad y la belleza, como en los retratos de su segunda esposa, Quappi.

Pocos autores de su tiempo pudieron penetrar con la profundidad con la que él lo hizo en el clima europeo de entonces. Su gran individualismo y su rechazo a lo sectario hizo que se desligara o esquivara la participación en movimientos de vanguardia, aunque hoy lo consideremos influido por el Expresionismo en sus inicios y pionero de la Nueva Objetividad después.

Ahora en Madrid el Museo Thyssen-Bornemisza le dedica una monográfica que podremos visitar hasta enero (y que después viajará a Barcelona a las salas de CaixaForum). Lleva por título Beckmann. Figuras del exilio, está comisariada por Tomás Llorens y se compone de 50 óleos, dos esculturas y una carpeta con 11 serigrafías. Es la segunda exposición que se le dedica en España.

La exposición está estructurada en dos secciones. La primera, de menor tamaño, está dedicada a la etapa vivida en Alemania desde los años anteriores a la Primera Guerra Mundial, cuando comienza a ser reconocido públicamente, hasta el ascenso del nazismo en 1933 y su exilio de Alemania. La segunda, más extensa, recorre los años en Ámsterdam (1937-1947) y Estados Unidos (1947-1950), en la que la elección de las piezas se ha realizado según el criterio temático del exilio, tanto en sentido literal, por la propia experiencia vital de Beckmann, como figurado, por el significado que tuvo para él como condición básica de la existencia humana en general y del hombre moderno en particular.

Esto es todo por hoy. Buen fin de semana. Gracias por estar ahí, y hasta la próxima entrada en nuestro blog www.tasararte.com/blog/

Max Beckmann - Retrato de familia, 1920. Óleo sobre lienzo, 65,1 × 100,9 cm. The Museum of Modern Art, Nueva York. Donación de Abby Aldrich Rockefeller. © Max Beckmann, VEGAP, Madrid.
Max Beckmann – Retrato de familia, 1920. Óleo sobre lienzo, 65,1 × 100,9 cm. The Museum of Modern Art, Nueva York. Donación de Abby Aldrich Rockefeller. © Max Beckmann, VEGAP, Madrid.

En este caso el propio artista se retrata a la izquierda. Caras apesadumbradas en una atmósfera de ansiedad, producidas por los recuerdos y acontecimientos de la guerra recién acabada.

Max Beckmann - Quappi con suéter rosa, 1932-1934. Óleo sobre lienzo. 105 x 73 cm. © Max Beckmann, VEGAP, Madrid.
Max Beckmann – Quappi con suéter rosa, 1932-1934. Óleo sobre lienzo. 105 x 73 cm. © Max Beckmann, VEGAP, Madrid.

Retrato de la segunda esposa del artista: Matilde von Kaulbach. dibujada con trazos rectos y gruesos, lo que otorga fuerza a la imagen y al personaje. Orgulloso de la belleza de su esposa, Beckmann no dudo en pintarla varias veces, de todas ellas este es el retrato más personalista y el más conocido.

Max Beckmann - Doble retrato, Carnaval, 1925. Óleo sobre lienzo, 160 × 104,5 cm. Museum Kunstpalast, Düsseldorf. © Max Beckmann, VEGAP, Madrid.
Max Beckmann – Doble retrato, Carnaval, 1925. Óleo sobre lienzo, 160 × 104,5 cm. Museum Kunstpalast, Düsseldorf. © Max Beckmann, VEGAP, Madrid.

El artista junto a su esposa Quappi, violinista, de buena familia y mucho más joven que él. Un día de fiesta de disfraces. La misma mujer que 12 años después, en 1937, lo acompañaría en su huida de Alemania, por las amenazas del nazismo. Los elaborados atuendos y maquillaje denotan la alegría que ella trajo a su atribulada existencia. La disposición similar de los brazos de ambos y la simetría de la composición denotan la armonía que había en la relación.

Max Beckmann - Camarotes, 1948. Óleo sobre lienzo, 139,5 × 190 cm. Kunstsammlung Nordrhein-Westfalen, Düsseldorf. © Max Beckmann, VEGAP, Madrid.
Max Beckmann – Camarotes, 1948. Óleo sobre lienzo, 139,5 × 190 cm. Kunstsammlung Nordrhein-Westfalen, Düsseldorf. © Max Beckmann, VEGAP, Madrid.
Max Beckmann - Sociedad, París, 1931. Óleo sobre lienzo, 109,2 × 175,6 cm. Solomon R. Guggenheim Museum, Nueva York. © Max Beckmann, VEGAP, Madrid.
Max Beckmann – Sociedad, París, 1931. Óleo sobre lienzo, 109,2 × 175,6 cm. Solomon R. Guggenheim Museum, Nueva York. © Max Beckmann, VEGAP, Madrid.
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