La Tate Britain de Londres concede todos los años el Premio Turner de Arte Contemporáneo. Lo hace desde 1984 y es quizás el premio artístico de mayor reconocimiento y prestigio del Reino Unido.

Para acceder al Premio Turner se debe haber nacido o vivir o trabajar en el Reino Unido y que hayan expuesto en el año anterior en cualquier parte del mundo. Todos los años se seleccionan una serie de artistas finalistas de entre los que uno queda ganador. En 1990 el premio quedó desierto y a partir de ese año los finalistas son siempre cuatro. La selección la propone el público, las galerías, los museos y los marchantes y comisarios de los artistas. La Tate Britain y su red de galerías forman un jurado diferente cada año, que anuncia a los cuatro nominados en julio y presentan una exposición de su obra en octubre para dar a conocer al ganador en diciembre.

Desde 1991 se impuso la condición de que los artistas no hubiesen cumplido los cincuenta años. Decimos en el título que este año tiene novedades por dos razones. La primera, porque para este año se levantó el veto de la edad, y de hecho de los cuatro finalistas dos superan los cincuenta años. La segunda, porque es la primera vez que el premio lo gana un artista de raza no blanca; de hecho, dos de los cuatro finalistas son de raza negra.

Este año, en su 33 convocatoria, el Premio Turner 2017 ha recaído en la artista de sesenta y dos años nacida en Zanzíbar Lubaina Himid. El británico-jamaicano Hurvin Anderson, de 52 años, la alemana Andrea Buttner, de 45 años, y la palestino-irlandesa Rosalind Nashashibi, de 43 años, son los otros tres finalistas.

Lubaina Himid nació en 1954, reside en Preston en donde ejerce de artista y es profesora de Arte Contemporáneo en la Universidad Central de Lancashire. En su arte, a través de sus pinturas, dibujos e instalaciones, reivindica el arte y la cultura africana y su obra trata temas como la industria de la esclavitud y su legado, historia colonial y el racismo persistente a día de hoy, la diáspora africana y la invisibilidad de la comunidad negra.

Este año, el Premio Turner ha apostado por la multiculturalidad y el regreso a los formatos clásicos, en contraposición a las ediciones de otros años, que resultaban más polémicas y controvertidas con un arte contemporáneo de propuestas más inusuales y provocadoras como la de Damien Hirst con su obra “Mother and Child (Divided)”, tanques sellados con un ternero y una vaca conservados en formol en su interior, o “My bed” de Tracey Emin, una cama deshecha y desordenada.

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Lubaina Himid - Naming the Money 2004, 2017. Installation view of Navigation Charts, Spike Island, Bristol 2017. Courtesy of the artist, Hollybush Gardens, and National Museums, Liverpool. Photo: Stuart Whipps.
Lubaina Himid – Naming the Money 2004, 2017. Installation view of Navigation Charts, Spike Island, Bristol 2017. Courtesy of the artist, Hollybush Gardens, and National Museums, Liverpool. Photo: Stuart Whipps.
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