Por estos días podemos visitar en Tabacalera Promoción del Arte en Madrid una exposición titulada “Isabel Muñoz. La antropología de los sentimientos”, y se trata de la retrospectiva más importante de su obra hasta ahora realizada según la propia artista.

La muestra se compone de una selección de cerca de cien fotografías y varias instalaciones audiovisuales de sus series más representativas, incluyendo producción actual con lo que muchas de las cuales son la primera vez que se muestran al público. En “La Antropología de los Sentimientos” se construye un recorrido temático en torno a la representación obsesiva y heterogénea del cuerpo humano, desde los mismos orígenes de la humanidad, la espiritualidad, la locura, los límites y extremos del cuerpo, la dimensión social de lo corporal y, finalmente, la sexualidad y el deseo.

Isabel Muñoz lleva más de cuarenta años recorriendo el mundo con sus cámaras fotográficas, retratando los sentimientos, las costumbres y las culturas del ser humano en su estado más puro, y también la de nuestros primos lejanos en su serie “Primates”. En su obra sabe combinar la búsqueda de la belleza con el compromiso social, sus fotografías son bellas, de temática diversa, utilizando un lenguaje onírico y atemporal.

Fue Premio Nacional de Fotografía en 2016, le concedieron el premio World Press Photo en 1999 y en 2004, el Bartolomé Ross, Unicef España, Medalla de oro al mérito de las Bellas Artes en 2009, Comunidad de Madrid, y más premios, reconocimientos y menciones que no caben mencionar aquí para no saturar. Sus imágenes forman parte de las más importantes colecciones públicas y privadas de todo el mundo.

La mayor parte de sus obras son platinotipias, una técnica fotográfica que Isabel domina, difícil de crear y cara de producir, pero cuya calidad y permanencia la sitúan en lo más alto, auténticos tesoros para los amantes de la fotografía y de los coleccionistas. La platinotipia se caracteriza por su capacidad de reproducción de los negros y grises en todos sus matices y el tratamiento sutil que obtiene de las luces. Tras más de una década de investigación, Isabel ha logrado incluir el color en este proceso, lo que constituye un punto de inflexión en la historia de la fotografía.

Nos despedimos por hoy. Como siempre, gracias por estar ahí, y hasta nuestra próxima entrada en el blog www.tasararte.com/blog/