Leyendo ensayos sobre artistas importantes, queremos destacar la figura de Picasso en la colección del MoMa de Nueva York.

La colección del MoMa de Picasso. Las señoritas de Avignon.

Las obras de Picasso del MoMa cubren prácticamente todas las etapas del artista. La más antigua es un autorretrato de 1901, pero queremos destacar la más importante de todas ellas, “Las señoritas de Avignon”, de 1907. Es una pieza clave en la obra del artista, y una piedra angular de la pintura moderna, a su vez precedente del Cubismo.

En su día causó un gran impacto, siendo rechazada por críticos y coleccionistas. André Breton le aconsejó al modisto Jacques Doucet adquirirla a principios de los años veinte. Quedó durante décadas almacenada en su taller. Más adelante, en 1939, fue adquirida por el MoMa.

Ello la convertía en todo un referente de modernidad, visible para toda una generación de artistas, ávidos por conocer las novedades europeas, como fueron los componentes del Expresionismo Abstracto Americano, como Jackson Pollock, Mark Rothko, Arshile Gorky. Sintieron una profunda conmoción ante esta y otras obras de Picasso, al que siempre consideraron un verdadero maestro, un modelo.

Estas cinco bellas mujeres se ofrecen desnudas y sensuales a un espectador que no sabe qué sentir, si repugnancia o atracción. Las máscaras africanas cubren su verdadera belleza para convertirlas en monstruos insinuantes.

El Guernica en el MoMa.

También es importante recordar la presencia en el MoMa durante varias décadas de una pintura que desde 1981 forma parte de las colecciones del Estado Español, “El Guernica”. La trascendencia de esta obra supera el ámbito de lo artístico para convertirse en un icono del siglo XX, mostrando la capacidad del arte para reflejar los horrores de la guerra moderna; desde su creación, simboliza el rechazo de la violencia contra inocentes.

Fue creada por el Pabellón de la República Española en la Exposición internacional de artes y  de las técnicas aplicadas a la vida moderna, que se celebró en París en 1937. Clausurado el certamen, se expuso en Noruega e Inglaterra en beneficio de los refugiados republicanos. Posteriormente, Picasso la deposita en el Moma, para que éste la custodiara hasta que pudiera volver a España, es decir, cuando se diesen las condiciones políticas oportunas. Sin embargo, la estancia del Guernica en el museo duró cuarenta años. Fue el corazón de sus salas, un punto focal de atractivo para jóvenes artistas, y centro de admiración absoluto por parte de Robert Motherwell, para quien la Guerra Civil española constituyó siempre una causa importante.

La lectura iconográfica del Guernica es compleja, diversos seres aterrorizados chillan, levantan lo brazos, se tiran al suelo, y muestran su pánico, desvelando los terrores de una generación envuelta en una contienda fratricida.

Más adelante comentaremos otras obras españolas que están en Nueva York. Hasta aquí hemos llegado, gracias por leernos, nos despedimos hasta la próxima entrada en nuestro blog www.tasararte.com/blog/.

Pablo Picasso – Guernica, 1937. Óleo sobre lienzo. 349,3 x 776,6 cm. Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Madrid. Durante cuarenta años estuvo expuesto en el MoMa de Nueva York.
Pablo Picasso – Guernica, 1937. Óleo sobre lienzo. 349,3 x 776,6 cm. Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Madrid. Durante cuarenta años estuvo expuesto en el MoMa de Nueva York.
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