Los grandes coleccionistas de arte y mecenas escasean en España. Como sabemos nuestro país atesora un inmenso Patrimonio Histórico Artístico, número uno mundial junto con Italia. Lamentablemente la conciencia de protección del Patrimonio es muy reciente y miles de obras atravesaron nuestras fronteras para no regresar nunca más.
Algunas están siendo rescatadas por grandes filántropos, hombres de negocios con sensibilidad artística que traen a España comprando fuera obras de arte de los más gran artistas de todos los tiempos. Y ahí no acaba su labor, más tarde las donan sin ningún ánimo de lucro, únicamente su infinita generosidad y el deseo de devolver a España un patrimonio que en su día fue expoliado.
Este es el caso del empresario Placido Arango (Tampico, México, 1931), un gran mecenas que acaba de donar treinta y tres obras de arte al Museo de Bellas Artes de Asturias en Oviedo en el Palacio de Velarde. La donación llevaba años fraguándose y ya por fin se ha hecho efectiva mediante un acto el pasado viernes 26 de enero en Oviedo.
El Museo ha dispuesto una exposición temporal en una de las salas con un recorrido que comienza por el arte español desde el siglo XV hasta el XX; “La Piedad” del Divino Morales, un “San Agustín” de Juan de Juanes, El “Retablo de la Flagelación”, tablas de Juan de la Abadía el Viejo. Arte de los focos barrocos madrileños y Sevillanos del XVII como “Margarita de Austria” por Pantoja de la Cruz, Jerónimo Jacinto Espinosa, “El Infante de Lara” de Zurbarán, “La danza de Salomé ante Herodes” de Valdés Leal, Antolínez y Claudio Coello. Del siglo XIX está Jénaro Pérez Villaamil con “Vista de la catedral de Oviedo con una procesión”, de 1837.
Y del siglo XX merecen resaltar artistas y obras como “El cura de la aldea” de José Gutiérrez Solana, el díptico “Flac 76” de Josep Guinovart, las emulsiones fotográficas del tríptico “La espera” de Darío Villalba, el “San Cristóbal” de 1960 de Rafael Canogar, a Esteban Vicente, Pablo Palazuelo con la obra “Campo de Campos I”, de Tapies la obra “Ocre y Gris”, Rafael Canogar, Equipo Crónica, la escultura de Juan Muñoz “Balcón con dos figuras” y la de Cristina Iglesias “Untitled” de 1986. Un retrato de Zuloaga “Buffalo, señor de Montmartre”, espléndido retrato bohemio de un cantante norteamericano. Y la obra “Guerrillero muerto” de Manuel Millares. Todo esto mejorara con creces los fondos del museo.
Parece ser que fue un emotivo encuentro la inauguración de la donación, en el que tanto las autoridades como el propio mecenas, Placido Arango, se deshicieron en halagos los unos con los otros. Como dice Javier Fernández, Presidente del Principado, se descartan las sospechas que a veces generan estos ejercicios de generosidad, de un mexicano de Tampico y asturiano de genealogía, entrañas y corazón con una constante innegable y acentuada discreción, otra de sus señas indelebles.
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