Marc Chagall nació en Bielorrusia en 1887 en el seno de una familia judía jasídica (un movimiento dentro del judaísmo) y murió en Francia en 1985. Es una figura indiscutible del arte del siglo XX, un pintor que bebió del cubismo, del fauvismo y del orfismo sin llegar a pertenecer a ninguno, y que dejó a su muerte, con 97 años, una obra singular e inimitable, propia y sin escuela ni alumnos, con una personalidad inconfundible.
Chagall es el mayor de nueve hermanos. Crece en un ambiente constreñido, donde el acceso a la cultura y al arte rusos estaba limitado tanto por su religión como por las políticas de la época, que marginaban en guetos a los judíos y les privaban de sus derechos.
Cuando en 1911 el joven Marc Chagall se establece en París se produce un punto de inflexión en su producción. Hasta mayo de 1914, el artista trabaja en la capital francesa, creando un conjunto de obras en las que las reminiscencias del arte popular ruso y de su cultura se mezclan con los experimentos estilísticos más avanzados que le ofrece la vanguardia de París y algunas de sus figuras más destacadas, como Pablo Picasso, Robert y Sonia Delaunay o Jacques Lipchitz.
En 1914, de regreso a su tierra para asistir a la boda de su hermana y ver a su prometida, Bella Rosenfeld, la Primera Guerra Mundial sorprende a Chagall, confinándolo allí durante ocho años. En esa época realiza numerosos autorretratos, representaciones de su cotidianidad con su esposa Bella y su hija Ida, dibujos de los estragos de la guerra, de la vida en su comunidad y de una nueva Rusia. Participó activamente en la Revolución Rusa de 1917, y fue nombrado Comisario de Arte para la región de Vítebsk en 1919, donde fundó la Escuela de Arte de Vítebsk. Sin embargo, debido a la carga burocrática del puesto de director en la Escuela y a las desavenencias con Kazimir Malévich, profesor de la Escuela, se mudó a Moscú en 1920 y luego a París en 1923.
Ese periodo desde que viaja a París en 1911 hasta que funda la Escuela de Arte de Vítebsk en 1919 es objeto ahora de una magnífica exposición en el Museo Guggenheim de Bilbao, que lleva por título “Chagall: los años decisivos, 1911-1919” y la podemos visitar hasta el 2 de septiembre, con una selección de más de ochenta pinturas y dibujos que nos ayudan a comprender ese periodo del artista y su particular universo en el que los colores y formas no tenían que ver con la realidad de las cosas sino con las emociones que le producían.
Esto es todo por hoy. Gracias por estar ahí, buen fin de semana y hasta nuestra próxima entrada en nuestro blog www.tasararte.com/blog/