Hablar de arte conceptual o de performances siempre causa polémica. Cuando te dedicas a esto son las acciones artísticas que más estimulan, porque aceptas que la pericia y la estética ya no es lo que prima en el arte; y que la fotografía ya se definió como medio esencial de retratar la realidad. A partir de ahí la creación artística se mostró más libre y la experimentación dio pie a la realización de la obra en torno a un concepto. Aparece el arte conceptual y a su vez la performance. Performance es una acción artística, una muestra escénica con un gran componente de provocación que produce asombro en el espectador. La artista conceptual Esther Ferrer (San Sebastián 1937) ha recibido el Premio Velázquez de artes Plásticas que otorga el Ministerio de Cultura y lo ha aceptado. Es un personaje histórico en el arte de nuestro país ya que supo estar en la vanguardia y sorprender desde el inicio de su carrera; sus obras no se pueden comprar, es una artista radical y con una trayectoria coherente porque impulsó otra forma de hacer arte, y eso ayudó a que se abrieran las mentes.
Mathias Goeritz (Alemania 1915-1990) también tiene este perfil, rompedor e innovador pero de otra manera. Hablar de él es hablar de arquitectura emocional, un concepto desconocido pero que si reflexionamos podremos aproximarnos mejor a su obra. Su trayectoria viene avalada por el tiempo que le toco vivir y los territorios por los que supo moverse, eso de estar en el sitio adecuado en el momento adecuado. Desde su formación en Historia del Arte y como observador, supo introducir la experimentación pedagógica de la Bauhaus en España y México de manera efectiva, fue un agitador cultural que introdujo el concepto de confluencia de las artes con su experimental Museo El Eco y romper con el arte tradicional que se estaba produciendo en una España en los años cuarenta, destrozada por la guerra y un México lleno de exiliados de mentes inquietas, pero que seguían reivindicando su arte realista, muralista de reivindicaciones civiles. El Museo Reina Sofía de Madrid ha inaugurado una exposición retrospectiva que nos ayuda a entender mejor su figura, y lo que supuso.
Con Esther Ferrer y con Mathias Goeritz nos hemos adentrado en la creación sin límites, para ahora mostrar la ambición sin límites que rodea el mundo del arte. La Asociación de Acción Pública para la defensa del Patrimonio Aragonés (Apudepa) ha presentado ante la Fiscalía Anticorrupción una denuncia por el sobrecoste de unas pinturas de Francisco de Goya adquiridas en el 2006-2007. Por las obras en cuestión, “La letra con sangre entra” y “D. Luis María de Borbón y Vallabriga”, el gobierno de Aragón pagó 15 millones de euros cuando las obras valían menos de la mitad. La unidad de blanqueo de capitales de la policía investiga esta operación. Y hablando de cifras astronómicas, no menos ha sido lo que ha recaudado el Estado Alemán en Renania por la venta de dos Andy Warhol para subsanar parte de su déficit público. “Tripe Elvis” y “Cuatro Marlons” han sido vendidos en una noche histórica en Christie’s por 120 millones de euros; son tantos los agujeros que se van a tapar con esta venta que la ministra de cultura del gobierno central ha hecho saltar las alarmas con respecto a la venta de patrimonio público para suplir parte del déficit. Va a haber muchas opiniones sobre este tema. Preferimos no dar la nuestra.
Aunque se manejen estas cifras en otros territorios y en otros tiempos, el mercado español del arte sigue grave aunque estable; parece ser que hay un informe sobre el crecimiento del sector en el 2013 en torno a un 3%. Como dicen desde la Fundación Arte y Mecenazgo, cuando se reduce la fiscalidad se recauda más porque incita a la compra, pero las medidas fiscales en España son confusas y ajenas a cualquier estímulo; el único desahogo para las galerías son las ferias fuera de España, especialmente en Latinoamérica. Los políticos no se dan cuenta de lo mal que están tratando la cultura en España y parecen no ser conscientes de que el arte y la cultura en general crean riqueza y empleo. Hay Fundaciones que sí son conscientes de ello: La Fundación Iberdrola, la Fundación Repsol, La Fundación Mapfre, Obra Social La Caixa, Fundación Mutua Madrileña o la Fundación Telefónica. Estas son instituciones de gran solvencia que aportan parte de sus beneficios a mejorar su imagen invirtiendo en proyectos artísticos, no podemos extendernos en ejemplos pero su papel es más que encomiable.
Un último apunte para felicitar a Helga de Alvear por su galardón Montblanc de la Culture 2014, uno de los grandes nombres propios del mecenazgo en España. Anunciar que la figura de Hernán Cortes desembarca en el Centro Canal de Isabel II, con sus luces y sus sombras. Y que además de los museos y centros de arte por todos conocidos hay instituciones más pequeñas, en la periferia de los centros urbanos, cuyas muestras no desmerecen a las de más relumbrón, debemos de asistir a cualquier centro que ofrezca arte. Sin mucho más por esta semana, pero deseando profundizar en todo… Hasta la semana que viene https://www.tasararte.com/