Se acaba de inaugurar en el Institut Valencià d’Art Modern (IVAM) la exposición “En rebeldía. Narraciones femeninas en el mundo árabe” en la que a través de cerca de un centenar de obras de veinticuatro mujeres artistas se indaga en las realidades de estos países desde los años 90 hasta la actualidad rompiendo los distintos prejuicios, estereotipos y clichés con los que los países occidentales se acercan a su cultura. Son mujeres artistas de entre 40 y 50 años, algunas formadas fuera de sus propios países, que nos ofrecen sus puntos de vista sobre su manera de ver la sexualidad, las relaciones, el espacio público, su historia… fuera de la visión paternalista o colonialista de los países occidentales. Entre las artistas participantes hay obras de Nadia Benchallal, Mona Hatoum, Ghada Amer, Nermine Hammam, Zohra Bensemra, Diana El Jeiroudi, Farida Hamak, Amal Kenawy, Tamara Abdul Hadi, Zineb Sedira, Raeda Saadeh, Ahlam Shibli, Mohammed Soueid, Akram Zaatari, Leila Alaoui, Rana El Nemr, Rula Halawani, Randa Maddah y Nidaa Badwan.
El Arte Pop de Warhol llega a Caixaforum Barcelona en una muestra retrospectiva, para acercarnos a este influyente creador de la segunda mitad del siglo XX y su particular modo de denunciar las locuras del mundo que le rodeaba. “Andy Warhol. El arte mecánico” es el nombre de la exposición que invita a reflexionar sobre los valores de originalidad y la copia o duplicación, Walter Benjamin ya nos anuncia algo en su ensayo La obra de arte en la época de su reproductibilidad técnica en 1936. Warhol desarrolla su talento creativo inicialmente en el mundo de la moda junto a su madre y de ahí dio un salto evolutivo en la temática de sus creaciones elevando a iconos del arte a personajes de la política, el cine y la sociedad; Botes de sopa Campbell o cajas de Brillo dejaron mudo a un público diverso, en una América que vendía una sociedad evolucionada en el paroxismo de su bienestar, soterrando una guerra fría de un mundo dividido que helaba los corazones más sensibles, quizá para distraerlos del auténtico drama; el artista también protestó en sus creaciones sobre la pena de muerte en su serie sobre calaveras, pistolas y sillas eléctricas y con su gran influencia contemporánea creó un lugar en Manhattan llamado La Fabrica en la que sus amigos: estrellas porno, músicos y artistas creaban obras, participaban en películas o tan solo asistían cada noche para dar ambiente a una locura pasajera regada de música de Velvet Underground y otros grupos y de drogas y ambiente envenenado. Para comprender un poco más por qué el arte nos lleva en los sesenta del siglo XX por estos derroteros hay que visitar esta muestra itinerante que también recaerá por Madrid y Málaga.
Claude Monet, además de maestro pintor y creador de obras de arte fue un afanado coleccionista, una exposición en el Musée Marmottan Monet de París indaga sobre este aspecto desconocido de su vida y que guardo con cierto secretismo hasta su muerte; en su dormitorio convivía con obras de Delacroix, Manet, Caillebotte, Berta Morisot, Cézanne, Renoir, todos amigos y compañeros a los que no informó de su actividad y por ello compraba a marchantes o galeristas, para separar su vida privada de la profesional; y que tras su muerte la colección queda desmembrada por su hijo, para costear su afición a los safaris. Hubo un listado desaparecido en un bombardeo en la Segunda Guerra Mundial y la comisaria de la muestra Marianne Mathieu ha tenido que indagar mucho para reunir setenta y siete obras de las ciento veinticinco localizadas en colecciones públicas y privadas. Curiosamente al mismo tiempo que se resucita la desconocida faceta coleccionista de Monet en el Museo de Arte Moderno André Malraux (MuMa) en El Havre se celebra una muestra que gira alrededor de “Impresión, sol naciente” creado por Claude Monet en 1872 y obra clave de su repertorio que dio nombre al movimiento impresionista; esta muestra propone un diálogo de la obra de Monet con treinta puestas de sol más pintadas por Turner, Boudin, Valloton o Raoul Dufy.
Las nuevas tecnologías de fotometría e imagen contribuyen al descubrimiento en la cornisa Cantábrica de nuevas pinturas rupestres producidas en siglos anteriores a las hallados en 1868 en Altamira; las de Altamira son de hace 16.000 años, ahora cuatro cuevas más: El Rejo en Val de San Vicente, Las Graciosas en Medio Cudeyo, Los Murciélagos en Entrambasaguas y Solviajo en Voto albergan grutas con vestigios de artista del Paleolítico que plasmaban dibujos geométricos, puntos de color rojo y ocre; y alguna de ellas hasta la representación de ciervos de hace 28.000 y 22.000 años. Esta cornisa en un lugar clave de mayor concentración de arte prehistórico, tenía un efecto atemperador del clima y por esa estrecha franja entre montañas y mar pasaban manadas de animales salvajes cuya carne era codiciada por seres humanos que como nosotros vivieron hace miles de años y habitaban este mundo espiritual anhelando facilitar con sus pintura el cobro en carne de estos animales. Arrojar luz sobre estos vestigios nos ayuda a entender mejor nuestra procedencia.
De una forma o de otra, Carmen Thyssen siempre es noticia; si no hace mucho hablábamos sobre el avance de las negociaciones con el Estado para que su colección permanezca en suelo español, ahora la noticia es la subasta de tres importantes piezas de su colección para obtener liquidez. Fue el pasado día 13 de septiembre en Christie’s de Nueva York y una de ellas cerró a algo más de 3,2 millones de euros, muy por encima del precio de salida, que rondaba los 500.000 euros; se trata de una figura de un Buda del Nepal de medio metro de altura realizado en bronce en el siglo XIII o XIV. Las otras dos piezas quedaron sin comprador, una estela de piedra negra de Umamaheshvara, del siglo IX, cuyo precio de salida estaba entre los 83.000 y los 125.000 euros; y una figura de bronce de Sambandar, con precio de salida entre los 497.000 y los 663.000 euros.
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