Se acabó el Romanticismo, pero en el fondo España sigue igual. Ahora tenemos tecnología y avances que sin duda hacen que vivamos infinitamente mejor; baste pensar en los avances médicos y sociales, desde luego hemos avanzado. Pero hay un trasfondo de mentalidad, de las dos Españas, que ya en su momento retrató maravillosamente Benito Pérez Galdós en sus Episodios Nacionales y nos hacen pensar que hay barreras que todavía no hemos superado. Ahora una exposición en el Museo del Romanticismo de Madrid conmemora el 150º aniversario de “La Gloriosa”, una Revolución que sucedió en septiembre de 1868 que en su momento supuso un gran avance y que finalmente trascendió menos de lo que se esperaba de ella.
La muestra lleva por título “La Gloriosa. La revolución que no fue”, y está íntegramente formada por obras que forman parte de las colecciones del Museo, fundamentalmente pinturas, estampas, fotografías y fondos bibliográficos. Está dedicada a sus protagonistas y a su contexto histórico, político y cultural.
La Gloriosa comenzó el 18 de septiembre, cuando el brigadier Juan Bautista Topete se sublevó a bordo de la fragata Zaragoza en Cádiz. Le acompañaba el General Prim, líder del Partido Progresista, que había llegado de incógnito desde el exilio en Londres junto con los progresistas Manuel Ruiz Zorrilla y Práxedes Mateo Sagasta. Duró apenas veinte días, pero supuso un cambio en el sistema político y avances en las libertades que serían recogidos en la Constitución promulgada en 1869, dando paso al periodo conocido como Sexenio Democrático y a la subida al trono de Amadeo de Saboya.
La Gloriosa, como se conoce popularmente a esta revolución, supuso el final del reinado de Isabel II y su exilio a Francia, por lo que esta fecha marca también el fin del periodo romántico en nuestro país, acotado tradicionalmente durante el reinado de la monarca, conocida como “La de los tristes destinos”
Personajes y acontecimientos clave: Ramón María Narváez, líder del Partido Moderado de ideología conservadora y Leopoldo O´Donnell, fundador de la Unión Liberal, con un ideario más templado, el Partido Progresista liderado por el General Prim, el Sexenio Democrático, la Constitución de 1869, la Primera República, el exilio de la Reina Isabel II, el fatídico asesinato del General Prim, la muerte en duelo del infante don Enrique de Borbón a manos del duque de Montpensier, el Reinado de Amadeo de Saboya, Guerras Carlistas. La alternancia en el Gobierno de los partidos políticos con las consiguientes destituciones en la Administración para poner a “los suyos”, ¿les suena todo esto?
En seis años se sucedieron distintas formas de sistemas políticos: el Gobierno provisional (1868-1870), que apoyó la solución monárquica; el reinado de Amadeo I (1871-1873); la Primera República (1873-1874), para producirse finalmente la vuelta de la dinastía Borbón al trono de España en la persona de Alfonso XII con la Restauración.
Una época turbulenta y fascinante de la historia que nos ayuda a comprender la España actual.
Esto es todo por hoy. Buen fin de semana. Gracias por estar ahí y hasta la próxima entrada en nuestro blog www.tasararte.com/blog/