El Museo Nacional de Ámsterdam, más conocido como el Rijksmuseum, celebra el 350 aniversario de la muerte en 2019 de Rembrandt (Leiden, 15 de julio de 1606-Ámsterdam, 4 de octubre de 1669) con una gran exposición titulada “Todos los Rembrandt”. Acaba de inaugurarse el pasado 15 de febrero y estará abierta al público hasta el próximo 10 de junio de este año.
Es uno de los grandes acontecimientos dentro del contexto “Año de Rembrandt” que se celebra en los Países Bajos. El Rijksmuseum posee la mayor colección de Rembrandt de todo el mundo, y ahora presenta por primera vez las 22 pinturas, 60 dibujos y una selección de más de 300 grabados de su colección (tiene 1.300, pero los grabados del siglo XVII son extremadamente frágiles y rara vez se muestran en público).
Taco Dibbits, director del museo, comenta sobre el maestro que en sus telas hay seres humanos auténticos, no modelos, y de todas las clases sociales, nos pinta como somos y nos vemos reflejados en sus caras; por eso le resulta tan cercano a todas las generaciones. Y Jonathan Bikker, conservador del museo y autor de “Rembrandt, biografía de un rebelde”, dice que fue el primer hereje del arte, que rompía las normas y pintaba lo que otros no hacían, como mujeres desnudas que no eran diosas griegas, sino lavanderas o ancianas llenas de arrugas.
Desde el primer “Autorretrato” como un Joven hasta el posterior “Autorretrato como el Apóstol Pablo”, la exposición forma una visión general coherente de toda su vida, nos muestra a Rembrandt, el artista, el humano, el narrador, el innovador. Por supuesto, una mención especial a su gran obra maestra, “Ronda nocturna”, que a partir de julio será restaurada en la sala en la que se encuentra y frente al público; otro gran espectáculo más para celebrar el “Todos los Rembrandt”.
Rembrandt, el gran maestro, a los 28 años era ya la firma más requerida de Holanda. Y sin embargo murió arruinado, no tenía dinero para pagar una lápida con su nombre y los historiadores creen que puede yacer en algún lugar de la pared norte del templo junto a su hijo, fallecido apenas 11 meses antes a los 27 años.
Es evidente que hay que ir a Ámsterdam; la ocasión lo merece. Hasta la próxima entrada en nuestro blog www.tasararte.com/blog/