Por Teresa Lavalle-Cobo, Doctora en Historia del Arte. 18 de Febrero de 2014. Imagen Boris Kustodiev, Odalisca, Art Price Imágenes.
Demostrar la autenticidad de las obras de arte a la hora de establecer una tasación fiable es fundamental. Pero no resulta fácil, el mercado está inundado de falsificaciones y obras de escuela o taller en el caso de la pintura antigua.
Los mejores expertos han caído en las trampas de hábiles falsificadores como demuestran los sonados casos de Van Meegeren con Vermeer o Tom Keating, el falsificador inglés más famoso de mediados del siglo XX.
Incluso grandes firmas como Christie’s se ven envueltas en procesos judiciales por haber subastado obras dudosas. Por ejemplo el millonario ruso Viktor Vekselberg compró en 2005 una Odalisca de Boris Kustodiev en más de dos millones de euros. Su compañía de inversiones en obras de arte descubrió que el cuadro no era auténtico. Según expertos rusos se trataba de una reproducción deliberada del tema de Kustodiev. El magnate ha demandado a la casa de subastas por negligencia y pide que le devuelvan el dinero que pagó por la obra.
Distinto es el caso de grandes artistas que copian la manera de pintar de otros como sucedía con Lucas Jordan, el gran imitador del siglo XVII. Pintó a la manera de Rafael, Ribera, Rembrandt, etc. con gran talento. El autorretrato de Rembrandt del museo del Prado, descolgado de su autoría después de muchos años, era de Lucas Jordan.
Siglos más tarde Fortuny copia a Goya, Pablo Picasso, Toulouse Lautrec, etc. Existen muchos ejemplos en la historia del arte.
Actualmente también circulan imitaciones de pintores vivos, Botero se vio obligado a declarar que una obra atribuida a su pincel subastada por Sotheby’s en 1998 no era de su mano.
Damien Hirst, el enfant terrible de los pintores ingleses contemporáneos, previendo futuras falsificaciones, ha creado un comité con el fin de dejar clara la autoría de sus obras y evitar problemas en el futuro.
Ante este panorama el investigador, como mínimo, debe considerar varios factores para poder determinar la autoría de una obra. Por supuesto que lo más adecuado es consultar al experto reconocido para cada artista, pero antes de recurrir a él hay que hacer unas comprobaciones elementales.
En futuras entregas iremos desglosando las técnicas más conocidas para expertizar pintura, escultura, grabado etc.