La Revolución y la Abstracción.

El desarrollo estético de la Rusia de comienzos del siglo XX es independiente de los problemas políticos e ideológicos. La Revolución de Octubre de 1917 integra la abstracción a los planteamientos ideológicos, identificando entre vanguardia artística y vanguardia política. El arte se corresponde con las exigencias de una nueva concepción del mundo. Pero hubo conatos en los que el arte de vanguardia comienza a tener contacto con la sociedad rusa por el contacto que determinados artistas mantuvieron con París.

El Rayonismo.

Este es el caso de Natalia Goncharova (1881 – 1962), o de Mikhail Larionov (1881 – 1964). La producción de ambos da un giro decisivo en su producción hacia la implantación del Rayonismo (juego expresivo de líneas, síntesis del Cubismo, del Futurismo y del Orfismo).

El Suprematismo.

Pero fue Kazimir Malévich (1878 – 1935) quien fue un paso más allá. Había tenido una etapa de carácter cubista. En 1915 en Petrogrado se celebra la exposición “Última exposición futurista: 0.10”, en la que Malévich presenta treinta y nueve obras abstractas, y publica un folleto, “Desde el cubismo al suprematismo” en el que explica el significado de su nuevo trabajo; es el nacimiento del Suprematismo, que es la esencialidad límite y extrema del arte, el redescubrimiento del arte puro. Entre las obras que presentó se encontraba “Cuadrado negro”, que con frecuencia los historiadores se refieren a ella como el “punto cero de la pintura”.

La abstracción geométrica es la aportación que hizo la pintura de Malévich. Según sus reflexiones, el Suprematismo podría compararse con símbolos primitivos de un hombre aborigen, no una ornamentación, sino un sentimiento del ritmo. En sus reflexiones formula un nuevo proyecto de un mundo en equilibrio, sin contradicciones.

El Constructivismo.

Al tiempo que Malévich desarrolla su nueva propuesta suprematista, aparece una nueva tendencia en 1920, con Vladímir Tatlin (1885 – 1953). Realiza sus primeros relieves tridimensionales, orienta la vanguardia rusa hacia el camino de la construcción.

Una de las obras que pone mejor de manifiesto el espíritu de integración del arte en la Revolución es el “Monumento a la Tercera Internacional”, por el “glorioso futuro del Comunismo”, un monumento que no llegó a edificarse, por el encarecimiento de los materiales, ya sólo la maqueta medía cinco metros, y el proyecto, de haberse construido, hubiese alcanzado una altura de unos cuatrocientos metros.

Hay que contextualizar que todo surge en medio de la Revolución de Octubre de 1917, con el derrocamiento del zarismo y la implantación del Socialismo, por lo que, a una nueva sociedad le corresponde un nuevo orden político, de ruptura con el pasado.

El Monumento se define por dos aspectos: la realidad con la abstracción y la tecnología como referencia al progreso. El Monumento era una obra de ingeniería en la que el hierro se utiliza para articular las piezas; la intención es que la obra transmita en su entorno diversos puntos de vista y un dinamismo que transforme el espacio, introduciendo una idea de movimiento.

El Manifiesto Realista.

El Manifiesto Realista, publicado el 5 de marzo de 1920 por Naum Gabo (1890 – 1977) y su hermano Antoine Pevsner (1888 – 1962), es un texto en el que se explican las ideas del Constructivismo

Manifiestan que el espacio y el tiempo han nacido para la escultura con el fin de integrarla en la vida. Anuncian un tipo de arte llamado Acompañar al ser humano. La mecanización y la introducción del arte en la existencia humana ha llegado a través de sus creaciones.

La idea de movimiento tuvo en los Constructivistas un nuevo desarrollo, una nueva concepción dinámica entre la escultura y el espacio, la escultura y el movimiento. Todo ello tendría un nuevo desarrollo en la obra de Alexander Calder (1898 – 1976), creador de la escultura móvil. Sus Móviles desarrollaron una escultura abierta, cuyos espacios multiplican el movimiento desde infinitos puntos de vista del espectador.

Esto es todo por hoy, gracias por llegar hasta aquí, nos despedimos hasta la próxima entrada en nuestro blog www.tasararte.com/blog/.

Abstracción rusa
Vladímir Tatlin- Maqueta del Monumento a la Tercera Internacional, o Torre de Tatlin, 1920.
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