Louis David, estilo neoclásico.
Jacques-Louis David nace en París en 1748, y fallece en Bruselas en 1825. Fue discípulo de François Boucher y formado en el más estricto academicismo. Es el artista por excelencia del espíritu llamado neoclásico.
Codificó de manera ecléctica un nuevo lenguaje, que le llevó a la fama y al éxito. Sus obras se caracterizan por la simplicidad en los trazos y el uso de esquemas compositivos solemnes, dividiendo las escenas en grupos.
Sus composiciones albergan un sentido patriótico, didáctico y moral, en el que predomina el dibujo, casi escultórico, y tendente a la quietud o al movimiento contenido. Utiliza colores fríos, con poca materia, aplicada en veladura, y la coexistencia del Naturalismo con el Idealismo, un tanto teatral.
Las secuencias tienen un argumento común, y expresan sentimientos contrapuestos. Los fondos de sus obras son interiores arquitectónicos clásicos.
Las temáticas de la pintura de Louis David.
La temática de sus obras nos muestra con total claridad un compromiso histórico y político, primero con la Revolución francesa y la causa jacobina, y después con Napoleón. Hoy vamos a hablar de su compromiso con la Revolución (y la semana que viene lo haremos de su compromiso napoleónico).
David sufrió cinco meses de cárcel a la caída y muerte en la guillotina de Robespierre. Fascinado por el emperador, contribuyó a difundir artísticamente su leyenda heroica, y a representarle como a un héroe, que encarnaba todos los ideales nacionalistas franceses. Tras la derrota en Waterloo del Emperador, el pintor se vio obligado a desterrarse a Bruselas, ya que se había restaurado la monarquía de los Borbones y no la reconoció; allí vivió hasta su muerte en 1825.
Obras de Louis David, su compromiso con la Revolución.
Vamos a empezar a mencionar una serie de cuadros que realizó antes de que Napoleón asumiera el poder en Francia.
Louis David – El Juramento de los Horacios, 1784.
“El Juramento de los Horacios” (Le Serment des Horaces), de 1784, un óleo sobre lienzo de grandes dimensiones que se encuentra actualmente en el Museo del Louvre de París. Se inspira en la obra de Tito Livio, es considerada como el manifiesto estético iniciador del Neoclasicismo.
En la escena no hay ninguna violencia, aunque se pueda adivinar el horror que vino después. Los personajes se ubican teatralmente por delante del fondo arquitectónico clásico, tres arcos sobre capiteles toscanos sirven para enmarcar a las figuras. Constituyen secuencias consecutivas previas a una acción gloriosa, tres actitudes; la primera los tres Horacios, la segunda el padre, y la tercera, las mujeres afligidas. Hay una contraposición de sentimientos antagónicos, que reflejan el heroísmo viril y la aflicción femenina. La familia, y el núcleo del Estado, es sacrificado por el bien de la Patria. (Es la obra que hemos escogido para la portada en este artículo).
Louis David – Los lictores llevan a Bruto los cadáveres de sus hijos, 1789.
“Los lictores llevan a Bruto los cadáveres de sus hijos” (Les licteurs rapportent à Brutus les corps de ses fils), de 1789, como en el caso anterior, también es un óleo sobre lienzo de grandes dimensiones perteneciente al Mueso del Louvre.
David, en esta obra, destaca el cumplimiento del deber doloroso por parte de Bruto, quien sabe dar prioridad a sus obligaciones como hombre de Estado sobre sus sentimientos personales. Tito y Tiberio, hijos de Bruto, habían participado en una conspiración y Bruto manda ejecutarlos.
En el lienzo se perciben dos espacios contiguos con actitudes diferentes. La figura del padre, estático y apesadumbrado, pero sereno, frente a la trágica y llena de movimiento secuencia de su mujer y sus hijas.
Otras obras de su etapa de temática revolucionaria, simbología.
Otra obra, “El Juramento del juego de la pelota” (Le Serment du Jeu de paume), de 1791, en el Palacio de Versalles, simboliza la exaltación de la Revolución. O “La intervención de las sabinas”, de 1799, en el Museo del Louvre, que simboliza el deseo de reconciliación entre posturas políticas extremas y el rechazo al derramamiento de sangre.
Louis David – La muerte de Marat, 1793.
Y por último volvemos a comentar (como ya hicimos en su día) el cuadro titulado “La Muerte de Marat ” (La Mort de Marat), realizado en 1793 y que podemos ver en el Museo Real de Bellas Artes de Bruselas.
Muestra el asesinato, el 13 de julio de 1793, de uno de los personajes principales de la Revolución francesa. Certifica un hecho dramático acaecido. Marat, el autor del libro “Las cadenas de la esclavitud”, asesinado por Charlotte Corday, amiga de los girondinos, yace en el interior de una tina y junto a una sencilla caja de madera, que le servía de mesa para escribir. El héroe revolucionario, amigo del pueblo, aparece como un nuevo Jesucristo, surgido de la Revolución y asesinado por ella.
Su figura emerge de un amplio espacio oscuro, que alude a su muerte física, no moral. Marat sufría problemas de piel, posiblemente debidos a una incipiente lepra. Se veía obligado a bañarse con mucha frecuencia para mitigar sus dolores.
El estudio académico y anatómico es perfecto, y el del ropaje, con un tratamiento de la luz caravaggiesco, contrastando la luminosidad de la figura con la oscuridad del fondo.
La mano derecha aún sostiene la pluma. Se halla en paralelo un cuchillo, empleado en el homicidio y depositado en el suelo. Dos armas diferentes, la de escribir en favor del pueblo y denunciar las conspiraciones, y la que le arrebató la vida. La sábana, que emerge de la bañera, actúa como sudario, acentuando la mortal palidez del retratado.
La semana que viene hablaremos de la obra de Jacques Louis David en la que en su temática trata a Napoleón como a un héroe. Esto es todo por hoy, gracias por leernos, nos despedimos hasta la próxima entrada en nuestro blog www.tasararte.com/blog/.