Merece la pena prestarle una especial atención a la exposición “Fortuny (1838 – 1874)” en el Museo Nacional del Prado, que hace ya unos cuantos días que se inauguró y estará hasta el próximo 18 de marzo.
La muestra se compone de un total de 169 obras, 67 de las cuales rara vez han sido vistas y 12 de ellas son totalmente inéditas. Recorre las diversas etapas de la producción de Fortuny como pintor, acuarelista, dibujante y grabador, con una particular atención a la influencia en su pintura de los grandes maestros que pudo estudiar en el Prado, y dedica un apartado especial al atelier del pintor, en el que reunió una exquisita colección de antigüedades.
También la etapa granadina del pintor tiene su sitio de honor y cuenta con una gran presencia, ya que fue una parte de su vida sobresaliente en cuanto a peripecia vital y producción del artista. Mariano Fortuny y su familia vivieron en Granada durante algo más de dos años, e incluso tuvo la intención de establecerse para siempre. Allí vivió feliz y trabajó al aire libre, alejado de la vida social de Madrid, Roma o París, en donde ya no se encontraba a gusto. Su etapa granadina supuso uno de los hitos más importantes en su producción, tanto en calidad como en cantidad, y fue además de ruptura y nuevos descubrimientos.
Mariano Fortuny y Marsal nació en Reus en 1838 y murió en Roma en 1874. Es una figura clave de la pintura española del siglo XIX. Su estilo y el virtuosismo técnico de su obra lo definen como un gran pintor que marcó a toda una generación de pintores europeos. Cultivó una figuración preciosista, atenta a los detalles y juegos de luces, plasmada con asombrosa precisión mediante un toque de pincel aparentemente libre y espontáneo.
Una gran forma de terminar el año es volviendo a visitar esta magnífica exposición; esta es nuestra propuesta de esta semana. Esto es todo por hoy, nos despedimos hasta nuestra próxima entrada en nuestro blog www.tasararte.com/blog/