El último romántico.

Esta semana queremos hablar del Realismo Moderno, que irrumpe a mediados del siglo XIX en Europa, y cuyo máximo representante es Gustave Courbet (1819 – 1877). En esencia, queremos hablar de una pintura, El Origen del Mundo, una obra suya conocida desde no hace mucho tiempo. Pero primero vamos a establecer unas leves pinceladas de quién fue Courbet y qué supuso.

El inicio del Realismo.

Courbet supuso el inicio del Realismo; en su obra, El Entierro de Ornans, 1849-50, obra surgida a consecuencia de la Revolución de 1848, nos muestra a un pintor realista, cuyo arte se plantea con un lenguaje subversivo.

Es una tendencia pictórica que se produce entre el Romanticismo y la renovación Impresionista; quiere captar lo real, niega la vigencia y el valor de la belleza académica, prefiere mostrar lo verosímil, y rechaza lo convencional establecido.

El Pabellón del Realismo.

Su obra El estudio del Pintor, fue rechazada por el Jurado de la Exposición Universal de París en 1855, y a raíz de esto, el pintor abrió el Pabellón del Realismo, claro precedente del Salón de los Rechazados.

Las diferencias con los anteriores realismos.

Nos preguntamos, ¿en qué se diferencia esta tendencia de los realismos desarrollados con anterioridad? Los Pintores Flamencos del siglo XV y los Barrocos del siglo XVII, tuvieron una honda preocupación por la representación de lo real.

Sin embargo, existen diferencias notables; cuando Velázquez pinta Los Borrachos o Las Lanzas en el siglo XVII, utiliza modelos reales que proporcionan a ambas composiciones un acentuado efecto de verosimilitud, pero tanto la composición, como las actitudes, como el uso de los modelos, dista mucho de ser una simple transposición de la realidad.

Lo mismo ocurre con la pintura de Caravaggio, en la que las figuras y los objetos, presentan un gran efecto de realidad, en los que la luz, la composición y las actitudes son propias de un sistema plástico y escenográfico, no de la imitación de lo real.

Courbet rompe con los componentes pictóricos y los sustituye por otros realistas, la realidad desplaza a la pintura.

El Origen del Mundo.

El Origen del Mundo es un cuadro pintado para el coleccionista turco Khalil-Bey, quien también poseía El Baño Turco, de Ingres, de 1862. Ésta es una polémica pintura, la más misteriosa y fascinante de Courbet, que antes de cruzar las puertas del Museo D’Orsay en 1995, el gran público no la había visto jamás. Nos muestra el sexo femenino sin tapujos, es el tema de esta pintura. La técnica y el tema se desmarcan de una larga producción de desnudos en el siglo XIX. Esta obra es un extracto de otra, de tamaño muy superior, en la que su amante Jo la irlandesa aparece ruborizando al espectador por su enorme belleza.

Este pintor fascinante, en El Origen del Mundo, prescinde de cualquier alegoría, y acude a la representación objetiva del tema, con una imagen provocadora e impactante. Supone una renovación más que pictórica, ideológica, con una nueva iconografía, cuyos temas son escenas de lo cotidiano, instantáneas de la vida, imágenes de lo real.

Gustave Courbet.

Courbet, con sus ideas socialistas y la influencia de su amigo Proudhon, participó en La Comuna de París, lo que le acarreó una sanción, exiliándose en 1873 a Suiza.

Los autorretratos del pintor también son muy reconocidos. Tuvo una enorme proyección en numerosos artistas. Sin Courbet, no se comprende la trayectoria de artistas como Manet

Estas han sido nuestras reflexiones de hoy, nos despedimos hasta la próxima entrada en nuestro blog www.tasararte.com/blog/

Gustave Courbet – El Origen del Mundo (L’origine du monde), 1866. Óleo sobre lienzo. 46 x 55 cm. Museo de Orsay, París.
Gustave Courbet – Entierro en Ornans (Un enterrement à Ornans), 1849. Óleo sobre lienzo. 315 x 668 cm. Museo de Orsay, París.
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