La Abstracción en Mondrian.
Esta semana, y tras la vuelta del verano, vamos a hablar del arte abstracto. Abstracto de la manera más rotunda, y para ello vamos a hablar de Piet Mondrian (Amersfoort, Países Bajos, 1872 – Nueva York, 1944).
Su obra tiene una imagen arquitectónica, es una pintura arquitectónica. Surge sin ninguna finalidad ni utilidad, como una concepción puramente plástica, que transmite un latido lírico en el entorno que la rodea. Es plasticidad pura. Y esto no surge porque sí, sino que lo hace tras una investigación rigurosa, combinando geometrías, y combinando colores, llevado a cabo con una paciencia y una constancia propia de la mística de un ideario protestante propio del arraigo del artista.
Mondrian y su preocupación por el orden y la geometría.
Desde muy joven sigue un aprendizaje sistemático de la pintura en la Academia de Amsterdam, se siente inmediatamente atraído por la técnica postimpresionista, y la emoción que despiertan los colores, tal como propone Van Gogh.
En 1911 pasa un periodo en París, y conoce el Cubismo. Investigando esta tendencia, desarrolla composiciones del Cubismo alejado de lo figurativo, un Cubismo Abstracto, apreciándose en su obra la preocupación por el orden de la geometría y las combinaciones de líneas horizontales y verticales.
De Stijl, la reducción de los componentes.
Mondrian conoce en 1915 el movimiento De Stijl, creado por Theo van Doesburg. Se parte de la idea de la reducción de los componentes de la pintura. La presencia de las líneas verticales y horizontales, el número limitado de colores; es la belleza plástica pura.
Mondrian practica y experimenta con la pintura a base de rectángulos y la dimensión del color. Los tonos, colocados dentro de una estructura compositiva de un modo o de otro se alteran según el lugar que ocupen en el cuadro.
Las Composiciones de Mondrian.
La aparente simplicidad de los cuadros de Mondrian en realidad se sustenta de composiciones profundamente meditadas, que condicionan la visión del entorno arquitectónico y fuerzan al espectador a establecer una geometrización de todo el espacio circundante.
Sus obras por las que es más conocido y recordado son esas pinturas abstractas a las que llamó composiciones, en las que rectángulos de distintas formas y tamaños, pero siempre con unas proporciones geométricas milimétricamente estudiadas, están separados por gruesas líneas rectas negras, y siempre en colores puros rojo, amarillo, azul y negro. Introduce el pulso humano con una concepción metafísica de la vida, a través de elementos simples y esenciales.
Rectángulos, colores planos, una armadura que lo ordena todo, son medios especiales y aparentemente simples, pero Piet ha llegado a ello mediante un meditado, paciente y lento proceso de investigación. Son el resultado de una evolución estilística que continuó hasta el final de su vida. Tal fue su fijación por las proporciones y los colores que sus obras se estudian en clases de matemáticas, y en la decoración de su casa prohibió el color verde.
Y si esto les parece raro, verán la semana que viene cuando hablemos de la Abstracción Rusa, o de Arte y Política, Realismo y Compromiso.
Esto es todo por hoy, gracias por llegar hasta aquí, nos despedimos hasta la próxima entrada en nuestro blog www.tasararte.com/blog/.