Decir Brassaï es decir fotografía en mayúsculas, se trata de una figura clave del siglo XX, imprescindible para entender la historia de ese nuevo arte con surgía con fuerza, la fotografía. Después de su paso por Barcelona, llega a Madrid a la Sala Fundación Mapfre Recoletos la exposición “Brassaï”, una retrospectiva que recorre su trayectoria a través de más de 200 piezas, principalmente fotografía pero también dibujos, una escultura y material documental, y que podemos visitar hasta el 2 de septiembre.

Brassaï es seudónimo Gyula Halász (1899-1984). Nació en 1899 en Brasov, una histórica y pequeña ciudad transilvana que entonces pertenecía al Imperio Austro-Húngaro y que hoy está situada en el centro de Rumanía. Su padre, húngaro, y su madre, armenia, se trasladaron a principios de siglo a París, en donde su padre daba clases de literatura en la Sorbona. De joven estudió pintura y escultura en la Academia de Bellas Artes de Budapest, se alistó en el regimiento de caballería del ejército austrohúngaro y participó en la Primera Guerra Mundial. En 1920 se fue a vivir a Berlín, en donde trabajó como periodista y estudió en la Universidad de las Artes de Berlín. En 1924 se trasladó a París, ciudad de la que se enamoró y en la que vivió el resto de su vida.

Decir Brassaï también es decir París, nadie como él retrató mejor la capital francesa, el París de día y sobre todo el de noche, capturó sus espacios más marginales pero también los de la alta sociedad. Inmortalizó a sus protagonistas, desconocidos y reconocidos. Cultivó amistades entre los escritores y artistas de Montparnasse; Picasso, Dalí, Miller, Matisse, Prévert, entre otros, formaban parte de este círculo y fueron algunos de los protagonistas de sus retratos. Henry Miller le apodó “El ojo de París”, con Dalí colaboró haciendo esculturas, porque además de fotógrafo Brassaï también fue pintor, escultor, escritor e, incluso, realizó una película. Con Picasso mantuvo una amistad de cuarenta años, y gracias a sus encargos sobrevivió durante la ocupación alemana ya que se negó a colaborar con el régimen nazi; Picasso afirmaba de Brassaï que su verdadero arte estaba en el pincel, “Tiene una mina de oro y explota una mina de sal”

En la muestra, además material y obra de sus distintas facetas artísticas, también documenta los viajes por encargo de la revista Harper´s Bazaar a Edimburgo, Marruecos, Grecia, Italia, Turquía y España y recoge también su afán por documentar el mundo del grafiti, arte por el que empieza a interesarse en 1930, siendo pionero en concebir esta forma expresiva como un arte y documentando sus hallazgos en un cuaderno en el que copia y anota la dirección exacta en que se encuentran.

Esto es todo por hoy. Gracias por estar ahí y hasta nuestra próxima entrada en nuestro blog www.tasararte.com/blog/

Brassaï - Chez Suzy, 1931-32. 30 x 23.8 cm [Plaisirs 352]. Estate Brassaï Succession, Paris © Estate Brassaï Succession, Paris.
Brassaï – Chez Suzy, 1931-32. 30 x 23.8 cm [Plaisirs 352]. Estate Brassaï Succession, Paris © Estate Brassaï Succession, Paris.
Brassaï - Nova Orleans. Nueva Orleans. New Orleans. 1957. 35.9 x 29.4 cm [Amérique 451] Estate Brassaï Succession, Paris © Estate Brassaï Succession, Paris.
Brassaï – Nova Orleans. Nueva Orleans. New Orleans. 1957. 35.9 x 29.4 cm [Amérique 451] Estate Brassaï Succession, Paris © Estate Brassaï Succession, Paris.

Brassaï - Desnudo del periodo 1931-1934. Gelatin silver print, 14.1 x 23.5 cm (5 9/16 x 9 1/4 in.). Twentieth-Century Photography Fund, 2007. ©The Estate of Brassai.
Brassaï – Desnudo del periodo 1931-1934. Gelatin silver print, 14.1 x 23.5 cm (5 9/16 x 9 1/4 in.). Twentieth-Century Photography Fund, 2007. ©The Estate of Brassai.
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