El animal salvaje que todo arte lleva dentro. Hacemos con ello referencia a la frase que pronunció el filósofo Ludwig Wittgenstein (Viena, 1889 – Cambridge, 1951): “Dentro de todo gran arte –anotó– hay un animal SALVAJE: domado”. Esta temática, en este caso sin domar, es la que nos acerca a la obra de Egon Schiele (Tulln an der Donau, 1890 – Viena, 1918) y que aún hoy continúa sembrando polémica.
La noticia es que una exposición en el Leopold Museum de Viena celebra el centenario de la muerte del artista. El Estado Austriaco y la Oficina de Turismo de Viena quisieron anunciar la muestra en distintas ciudades europeas y se toparon con que en el Reino Unido y Alemania los anuncios han sido vetados por el contenido de las creaciones de Schiele, en la que se muestra de forma explícita los genitales de seres atormentados que sufrían abusos. Su temática era acorde a su tiempo, un bestiario de criaturas infelices en el arranque del siglo XX.
Alumno destacado de Gustav Klimt, subvierte las reglas del retrato del movimiento Secesionista vienes. Muere joven por la gripe española, que en aquel entonces diezmó la población
Los anuncios de sus obras para promocionar la retrospectiva han sido censuradas ahora y antaño, cuando se crearon. Las autoridades políticas de Reino Unido y Alemania ven el contenido de sus obras como “demasiado atrevido”, “asqueroso” cercano a “la pornografía”; y es que Schiele retrata pubis, testículos, penes, pechos en sus oleos, acuarelas, dibujos o gouaches, y la muestra también incluye cartas, fotografías, poemas, bocetos preparatorios. Se pueden contemplar en las salas del Museo Leopold ciento veinticinco obras procedentes de los fondos del propio museo y de la colección privada de la familia Leopold, y la muestra se divide en temas: El ego, La Madre, El niño, La espiritualidad, Mujeres, Paisajes, Ciudades, Retratos.
Schiele muere joven, pero fue un maestro por su capacidad de retratar el alma que hay dentro de sus personajes, aproximándose a la psicología y a su humanidad. Todavía sorprende la contemplación de sus iconografías por ser desgarradoras; o entusiasma o produce rechazo, pero la censura antes y ahora son inexplicables.
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