El Dr. Roman Kräussl economista y financiero, es profesor en la Escuela de Finanzas de Luxemburgo en la Universidad, ocupa distintos puestos en universidades y escuelas de negocios de varios países, en los que imparte cursos y conferencias. Creó la web especializada “art-finance.com”, donde publica parte de su trabajo reciente sobre el arte como una clase alternativa de activos. Colaborador habitual de distintos medios como “Art + Auction” o “Manager Magazin”, la principal revista de negocios mensual alemana. Suele intervenir e incluso presidir cumbres y sedes internacionales relacionadas con la financiación del arte como “TEFAF Maastricht”, “Frieze London” y “Art Cologne” entre otros.

Uno de sus recientes estudios, no carente de polémica, habla sobre el comportamiento del mercado del arte según el género del creador, hombre o mujer, y ofrece cifras sobre la discriminación en el sector.

Se analizaron cerca de 1,5 millones de registros de ventas en subastas entre 1970 y 2013 de 66.442 artistas. A partir de los resultados establecieron un promedio de los precios de las obras: 48.212 dólares en el caso de hombres; 25.262 dólares en las piezas hechas por mujeres. En definitiva, el arte hecho por mujeres se vende 47% más barato que aquellas obras hechas por hombres. El descuento resulta más evidente en los países con mayor desigualdad de género.

De entre los cincuenta artistas que más vendieron en 2017 en subastas no hay ninguna mujer. Los tres primeros puestos fueron para Leonardo da Vinci (450 millones de dólares por su polémico “Salvator Mundi”), Pablo Picasso (415 millones) y Jean-Michel Basquiat (335 millones). Los tres fallecidos y representantes del canon occidental. En el puesto cincuenta y uno aparece la primera mujer, es la expresionista abstracta estadounidense Joan Mitchell (1925-1992), con 30 millones. Concluye Kräussl que las mujeres están ausentes del segmento superior del mercado, que atrae a más del 80% del dinero que se invierte.

Otros datos a añadir al estudio son que, pese a ser el 60% de las estudiantes de Bellas Artes y Humanidades, solo el 13,7% de las obras que se exponen en las galerías y museos occidentales tienen firma femenina. Y que las artistas expuestas en ARCO Madrid en 2017 suponían apenas un 25% del total, y solo un 5% de ellas eran españolas.

Kräussl sostiene que las cuotas son inútiles y contraproducentes, que debe decidir el mercado y que de lo contrario siempre se sentirán en segunda división, que no ganaron ese espacio por su calidad artística sino por los cupos.

Poco a poco, parece que los muros se resquebrajan. Recientemente, la empresa Bloomberg publicó una lista, 10 artistas en los que invertir, que incluía a siete mujeres. Y en la plataforma digital AbsolutArt.com, 58 de los artistas más vendidos son mujeres. También cabe destacar nombramientos femeninos al frente de algunos de los museos más importantes del mundo: Anne Pasternak en el Brooklyn Museum, Barbara Jatta en los Museos Vaticanos o Maria Balshaw, primera directora mujer del conglomerado de museos británicos Tate en sus 120 años de historia.

En Tasararte pensamos que, si bien es cierto que muchos de los datos del estudio son producto del pasado, en el que la discriminación de la mujer era evidente no solo en el arte sino en todas y cada una de las facetas de la vida, ya el siglo XX fue el comienzo visible de la alerta y la lucha por la igualdad, y en el siglo XXI se están cada vez dando más y mejores pasos, aunque aún quede camino por recorrer. Todo estará superado, el día en el que el hecho de estar pintado por mujer u hombre influya tanto como si se trata de una persona alta o baja, rubia, morena o calva, gorda o flaca; sencillamente, que la obra hable por sí misma.

Esto es todo por hoy, nos despedimos con una pintura de Artemisia Gentileschi más que representativa del artículo de hoy. Hasta nuestra próxima entrada en nuestro blog www.tasararte.com/blog/