Devolver lo robado. Ese es el objetivo que se ha planteado el museo parisino del Louvre con la creación de dos salas específicas para mostrar obras expoliadas por los nazis a familias judías francesas durante la Segunda Guerra Mundial. El objetivo es que los herederos puedan identificarlas y reclamarlas.

Son en total treinta y una obras cuyo único nexo en común es ese, el haber sido robadas por el ejército alemán entre 1940 y 1945, porque por el resto, nos encontramos ante obras de distintas épocas, estilos y calidades.

Durante ese periodo de cinco años, se calcula que el saqueo fue de unas 100.000 obras de arte y antigüedades en el territorio francés. Al finalizar la contienda muchas de ellas se encontraron en el museo de Hitler en Linz o en la colección de Herman Göring, gran amante del arte y de lo ajeno, el que más robó. Se repatriaron aproximadamente 60.000, de las que unas 45.000 fueron devueltas a sus propietarios, la mayoría de ellas gracias a Rose Valland, una historiadora del arte francesa que arriesgó su vida al mantener notas sobre el arte que los nazis robaron durante la guerra. De las que quedan sin atribución, el Louvre custodia 1.700, 800 de ellas pinturas.

Las obras de arte recuperadas por las autoridades de Francia son identificadas en los museos con la etiqueta “MNR“, iniciales francesas de Museos Nacionales Recuperación. Además de exhibir el arte en varios museos alrededor del país, las autoridades francesas también han diseñado un catálogo de los MNR que está disponible en internet y que puede ayudar a los propietarios a identificar sus obras sin necesidad de viajar al Louvre. La lista completa es conocida bajo el nombre de Rose Valland. Un equipo creado por el Ministerio de Cultura está a cargo de rastrear los orígenes del arte y de identificar a sus dueños. Pero es una tarea larga y laboriosa: solo unas 50 piezas han sido devueltas desde 1951.

Por un lado, el director de Pintura del museo, Sébastien Allard, explica que “A veces, se nos ha acusado de querer quedárnoslas. En realidad, se han hecho muchas cosas para que no sea así”. Pero también hay voces discordantes que reclaman que el Estado no ha hecho lo suficiente por resarcir las obras, como un informe encargado en 1997 por el ex Primer Ministro Lionel Jospin, o más recientemente en 2013 las palabras de la entonces ministra de Cultura Aurélie Filippetti “No es normal que las familias estén obligadas a investigar y luego a mendigar a los museos. Es el Estado quien debe encontrar a los propietarios”. Sea como fuere, la acción es loable.

Esto es todo por hoy, nos despedimos hasta nuestra próxima entrada en nuestro blog www.tasararte.com/blog/

François Boucher - El Bosque, 1740. Óleo sobre lienzo. 131 x 163 cm. Museo del Louvre. París. Una de las treinta y una obras expuestas en para que los herederos puedan reconocer las obras y recuperarlas, y así el Estado Francés resarcir y devolver lo robado.
François Boucher – El Bosque, 1740. Óleo sobre lienzo. 131 x 163 cm. Museo del Louvre. París. Una de las treinta y una obras expuestas en para que los herederos puedan reconocer las obras y recuperarlas, y así el Estado Francés resarcir y devolver lo robado.
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