El Museo Lázaro Galdiano de Madrid ha invitado a la Colección de arte contemporáneo de la Fundación Coca-Cola a convivir en su sede; son el encuentro entre lo más moderno y los tesoros de la colección permanente que se enfrentan para conversar sobre el tiempo, el transcurrir de los años, de la inspiración de la pericia artística y la escuela de antes y la de ahora, como un cajón desastre en la que no todo cabe.

Descubriendo un diálogo en el tiempo ha abierto al público para reavivar la chispa de la polémica, el veinticinco aniversario del inicio de la Colección Coca-Cola se celebra prestando 62 obras que se distribuyen de forma meditada por la sede del museo, Ignasi Aballí se enfrenta con sus propuesta a obras de Courbet, Velázquez y Holbein, – no es un diálogo fácil -; Madrazo interactúa con Pepe Espaliú; también hay obra de García-Alix, retratos realizados en 1989 con sus amigos y su decadencia; Francisco Leiro y sus esculturas de madera conviven con Meditaciones de San Juan Bautista del siglo XV de El Bosco; un shock para quien exige formalismo y un reto para quien desea entender cómo cambia el mundo y las inquietudes de los artistas; un tomar nota de que ya no hace falta desarrollar la pericia en la utilización del dibujo y el color y saber manejar los materiales propios del pintor, en esta época en la que el artista elige, sin más, un elemento determinado lo descontextualiza y lo convierte en una propuesta artística, en la que la estética se desvanece y prima el mensaje, tiempos tan diferentes….

Es una conversación intergeneracional en la que ambas colecciones aprenden y se confrontan; el espectador enmudecido debe deambular y dejar sentir, de eso al menos es de lo que se trata el arte.

Esto es todo por hoy. Buen fin de semana. Gracias por estar ahí y hasta la próxima entrada en nuestro blog www.tasararte.com/blog/