Cuevas de los polícromos: “Nos tenemos que adaptar a lo que diga la cueva”.

Con estas palabras resume José María Ballester, coordinador del Plan Preventivo y de Conservación de la Cueva de Altamira y presidente de la Comisión de Seguimiento, los planes de actuación presentados en la última reunión del Patronato de la Cueva de Altamira. Se van a invertir 4,5 millones hasta 2018 en proyectos museísticos, entre ellos la apertura al público de la cueva de las estalactitas, y se estudiarán modificaciones en el sistema de visitas actual. Se aumentarán los medios para controlar lo que ocurre en su interior, después de que se haya detectado una subida en la temperatura de entre medio y un grado y un aumento de la condensación de humedad en las paredes, lo que podría representar una serio problema a largo plazo para la conservación de las pinturas, que se encuentran entre las representaciones prehistóricas más importantes del mundo, algunas de ellas con hasta 20.000 años de antigüedad. Son pinturas que no se pueden restaurar, con lo que se deben tomar medidas preventivas.

El éxtasis de San Antonio Abad, un nuevo cuadro de Goya.

El Museo del Prado ha certificado la autenticidad de un cuadro que estaba en los fondos del Museo de Zaragoza, se trata de “El éxtasis de San Antonio Abad”, obra de Francisco de Goya y Lucientes. Donada en 1925 por el Museo de Zaragoza, la obra representa a San Antonio Abad momentos antes de su muerte, sentado sobre una roca al atardecer, extasiado por la aparición del ángel que con su mano señala al cielo. La obra estuvo durante décadas en la pinacoteca zaragozana sin que los especialistas, que lo atribuían a alguno de los miembros de la familia Bayeu o a González Velázquez, repararan en su verdadera importancia. Ha sido tras un minucioso trabajo de restauración e investigación realizado en los talleres del Museo del Prado cuando se ha confirmado su autoría; el proyecto ha sido avalado por Manuela Mena, jefa de conservación de Pintura del Siglo XVIII y Goya del Museo del Prado y una de las autoridades mundiales en la materia, y de la restauradora Almudena Sánchez. La pintura se encontraba en buen estado de conservación pero necesitaba una limpieza por lo oscurecida que estaba debido a los barnices, que impedían ver con claridad la pincelada del maestro. Está datada entre 1778 y 1781, y ya luce en el Museo de Zaragoza en las salas dedicadas al autor aragonés y sus influencias, que acaban de ser renovadas y presentadas al público.

Bill Viola en el Museo Guggenheim Bilbao.

El Museo Guggenheim Bilbao presenta la exposición “Bill Viola: retrospectiva”, que recorre completamente su trayectoria, de manera temática y cronológica, comenzado con sus primeras piezas, realizadas en los años setenta hasta llegar a las instalaciones más recientes. Bill Viola es uno de los artistas contemporáneos más destacados y representativos del videoarte. Este artista neoyorkino, nacido en 1951, comenzó a fusionar arte y video en el programa de Estudios Experimentales de la Universidad de Siracusa (Nueva York) en la década de 1970, y desde entonces su obra no ha dejado de evolucionar, convirtiéndose en un artista de referencia. Interesado en el misticismo, la poesía y las filosofías, tanto de oriente como de occidente, Viola emplea las posibilidades técnicas del vídeo para indagar en la condición humana, el nacimiento y la muerte, o los procesos de cambio, renacimiento y transfiguración.

PHotoEspaña, PHotoEspaña y más PHotoEspaña.

Dentro de las innumerables actividades y noticias que se desarrollan en el marco de PHotoEspaña 2017, este año además en su XX edición, son muchas las que merece reseñarse pero imposible abarcarlas todas. El Premio Revelación PHotoEspaña 2017 se le ha concedido a Bego Antón, que otorgan PhotoEspaña y El Corte Inglés y con el que se reconoce el trabajo de un artista residente en España menor de 35 años cuya obra o publicación haya destacado durante el último año. Bego Anton nació en Bilbao en 1983. Estudió periodismo y se especializó en fotografía documental en Barcelona. Su trabajo disecciona el comportamiento humano y reflexiona sobre nuestra implicación psicológica y moral con el mundo natural. También muestra particular interés por pequeños grupos con intereses extraños para destripar, conceptos como la verdad, la realidad o la fantasía. Con una gran trayectoria, sus trabajos han sido publicados y expuestos, entre otros, en la revista National Geographic o el Museo Guggenheim Bilbao.

Precisamente es en CentroCentro en el Palacio Cibeles de Madrid donde nos encontramos con una exposición de esta joven y veterana artista, “Haiek danak sorginak (Todas ellas brujas)”, comisariada por Iñaki Domingo, un relato visual de la caza de brujas en el País Vasco durante un periodo de 300 años. También en CentroCentro estuvimos visitando dos de las exposiciones que comisaría Alberto García-Alix dentro de la muestra “Carta Blanca” con la que el Festival le ha invitado a celebrar la vigésima edición. Una de ellas es “Café Lehmitz”, del fotógrafo sueco Anders Petersen, reconocido por el estilo directo y personal de sus imágenes, en el que nos descubre el submundo de este lugar que descubrió en 1967 en el barrio rojo de Hamburgo y que se convertiría en la base de su primer trabajo de autor. La otra exposición es “Pistas de baile” de la fotógrafa mexicana Teresa Margolles, realizada en la última década en Ciudad Juárez, trágicamente conocida por las guerras entre carteles de la droga, desapariciones y los brutales asesinatos de cientos de mujeres, y en la que muestra a trabajadoras sexuales transgénero ocupando los restos de lo que antes fueron pistas de baile de clubes nocturnos hoy demolidos.

El retrato de Felipe III de Velázquez ya se expone en el Museo del Prado.

Terminamos esta semana con la noticia de que ya cuelga en las paredes del Museo del Prado el “Retrato de Felipe III” de Velázquez, descubierto y donado por el hispanista William B. Jordan a American Friends of the Prado Museum el pasado diciembre. Se trata de un boceto pintado por el sevillano para otra obra más ambiciosa: “La expulsión de los moriscos” cuyos restos quedaron convertidos en ceniza en el incendio del Alcázar en 1734; es un retrato de Felipe III, quien ordenó en su reinado este acontecimiento histórico. Se encuentra ubicado en la sala 24 del edificio Villanueva del Museo.

Esta es la selección de noticias de esta semana, gracias leernos y hasta el próximo lunes en nuestro blog www.tasararte.com/blog/