Como ya hemos comentado con anterioridad, el arte ayuda a crear conciencia una vez que se ha alejado de la tiranía de la estética. Ésto ocurrió con la aparición de la fotografía como forma de arte. La Galería Blanca Soto y Intermón Oxfam se unen para sacar adelante un ambicioso proyecto: envían a artistas activos de arte contemporáneo de últimas tendencia a distintos lugares conflictivos del mundo para que a través de sus obras creen conciencia; “Más y Mejor ayuda” se llama el proyecto. Chus García Fraile va a Marruecos a traer su visión de los problemas que azotan este territorio: Maltrato, explotación infantil, inmigración. Manuel Barbero a Colombia para acercarnos los problemas del país: ¿cómo un país democrático vive una larguísima guerra a sus espaldas?, madres de hijos desaparecidos, el miedo, el narcotráfico. La artista Ruth Quirce viaja a la República Dominicana para abarcar el mundo de la mujer, su independencia económica. Paul Anta viajará a Mauritania, Avelino Sala a Filipinas, otros a Nicaragua. Y es que el arte está al servicio de ideas, de ideas de denuncia política que forman parte de la vida cotidiana, ahora se hace un arte que agita conciencias.

Unimos toda esta información a otras noticias en torno al tipo de arte más standar, al que todo el mundo aprueba. Por suerte, la Colección de la Fundación María Cristina Masaveu se establecerá en Madrid, cerca del triángulo Prado-Thyssen-Reina Sofía; por estos días todavía se exhibe en el Palacio de Cibeles una muestra de sesenta y tres obras con el titulo de Colección Masaveu. Del Románico a la Ilustración, los habitantes de Madrid vibramos con la belleza de algunas de sus obras, El Bosco y las tentaciones de San Antonio, La Santa Catalina de Alejandría de Zurbarán, Bartolomé Esteban Murillo, Vicente López; toda una suerte de obras de arte unidas por un apellido asturiano de industriales, una de las grandes fortunas del país. Qué suerte cuando la generosidad de compartir se convierte en mecenazgo.

Tasararte Henri_Mattisse

Igual que cuando Henri Matisse (Francia 1869-1954), tras una terrible operación de vida o muerte que le dejó postrado en una silla de ruedas, decidió superar su nueva situación sin dejar de crear e ideó los “cut-outs” o pintar con tijeras, que estos días exhibe con orgullo la Tate Modern en Londres y que quizá vayamos a visitar en breve, y es que el genio creativo, sea quien sea, no puede dejar de concebir obras: de denuncia social, de esplendor estético o de impacto político, todo llega y se posiciona en una parte de la sociedad que cada vez se hace más necesaria, que es la de mirar y comprender qué quiso decir el creador capacitado, qué quiso aportar con su lenguaje plástico y que perdure en el tiempo. Para eso está el espectador, para que todo tenga sentido y desde aquí podamos soñar.”

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