Hoy comenzamos nuestro blog con la triste noticia del fallecimiento de Elena Asins (Madrid, 1940 – Azpíroz, Navarra, 14 de diciembre de 2015), considerada como “madre” del arte conceptual español. Artista, escritora, conferenciante y crítica de arte, estudió en distintas universidades y centros, entre las que caben destacar la Escuela de Bellas Artes de París, la Universidad de Stuttgart (Semiótica con el profesor Max Bense) y en la Universidad Complutense de Madrid (Centro de Cálculo). Entre los muchos premios y menciones con los que fue distinguida, mencionar la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes del Gobierno de España en 2006 y el Premio Nacional de Artes Plásticas en 2011. También en 2011 el Museo Reina Sofía le dedicó una gran exposición. Considerada como una precursora de la investigación sobre computación en el arte, sus obras son una continua exploración de formas plásticas con la poesía y la lingüística, la filosofía, la música o la arquitectura. Hay un juego también con el negro y el gris, con los que consigue ritmos y composiciones tan delicadas como contundentes.

Nos vamos ahora a la Biblioteca Nacional de España (BNE), en la que hasta el 31 de enero podemos disfrutar de la exposición “Rubens, Van Dyck y la Edad de Oro del grabado flamenco”, en la que se nos muestra la magnífica colección de grabados flamencos del S. XVII que se conservan en la BNE y que nunca hasta ahora se habían expuesto de manera conjunta, además de cuatro pinturas cedidas por el Museo del Prado relacionadas con los grabados. Hasta la invención de la fotografía, el grabado fue una herramienta imprescindible para la difusión de la cultura y del conocimiento, y aquí podemos apreciarlo a través dos indiscutibles maestros.

Imagen, luego existo. “Imago, ergo sum”, lleva por título la nueva exposición de Joan Fontcuberta (Barcelona, 1955) que podemos visitar hasta el próximo 27 de marzo en la Sala Canal de Isabel II, en la que se recoge una selección de su obra comprendida entre los años 1984 y 2014. Joan Fontcuberta (Barcelona, 1955) es artista, comisario, ensayista y docente. Está considerado como uno de los fotógrafos actuales más relevantes de Europa y una de las voces más reconocidas y respetadas en el panorama internacional. Entre sus numerosas distinciones, mencionamos el Premio Nacional de Fotografía en 1998, el Premio Nacional de Ensayo en 2011 o la Orden de las Artes y las Letras del Ministerio de Cultura francés. Teórico e investigador del medio fotográfico y del lenguaje visual, a esa tarea se ha dedicado durante los últimos cuarenta años, tratando de encontrar las distancias entre lo que es verosímil y lo que es posible y de dilucidar hasta qué punto la actual saturación de imágenes puede modificar nuestra percepción y entendimiento de las mismas.

Una buena noticia es la de que por fin El Prado y Patrimonio Nacional dan por zanjadas las disputas que tenían por una serie de obras. Ambas instituciones han firmado un acuerdo que sella la paz. La disputa comenzó con una reclamación de devolución que interpuso el anterior presidente de Patrimonio de una serie de obras entre las que se encontraban El jardín de las Delicias y La mesa de los pecados capitales, de El Bosco; El descendimiento, de Van der Weyden, y El lavatorio, de Tintoretto (como ya contamos en su día), obras que actualmente están en el Prado y que provenían del Monasterio de El Escorial. Habían sido cedidas en 1932 una de ellas y las otras tres al inicio de la Guerra Civil. Un decreto de 1943 confirmó la permanencia en el Prado de estas obras y en contraprestación cedía otras siete a El Escorial. Mediante el actual acuerdo las obras permanecerán en sus actuales ubicaciones y se abre una nueva etapa de colaboración en la que figuran proyectos expositivos conjuntos y profundizar en la cooperación científica. “Patrimonio y El Prado son dos brazos del mismo cuerpo”, sentencia el acuerdo, y nosotros lo celebramos.

Otra exposición para no perderse es la que se acaba de inaugurar en el Museum Jorge Rando de Málaga: “Ernst Barlach – Jorge Rando”, hasta el próximo 26 de marzo, con más de 140 obras entre esculturas, dibujos y obra gráfica. Ernst Barlach es una figura imprescindible para entender el panorama artístico del siglo XX. Como uno de los padres de la escultura moderna y precursor del expresionismo, une su obra a un concepto artístico que lucha por que en un futuro primen los valores humanistas, éticos y espirituales. Esculturas como El Gran Mendigo o Ángel Flotante son algunas de las obras más representativas del artista, que encontró en los campesinos y mendigos de la Rusia previa a la revolución de octubre la pureza sin máscaras del ser humano.

Tampoco podemos dejar de ver, si tenemos la oportunidad de acercarnos a París, la exposición sobre Anselm Kiefer en el Centre Pompidou, hasta el 18 de abril, con una retrospectiva de más de 150 obras del artista. Adscrito al neoexpresionismo, Kiefer es uno de los artistas alemanes posteriores a la Segunda Guerra Mundial más conocidos, pero también de los más controvertidos. Famoso sobre todo por sus pinturas matéricas, en su obra Kiefer afronta el pasado y toca temas tabú de la historia reciente alemana, sobre todo del nazismo, de la mitología germánica y sobre el misticismo judio. Para pintar el cuadro Margarethe, por ejemplo, se inspiró en uno de los poemas más famosos de Paul Celan, Todesfuge, escrito a partir de su experiencia en los campos de concentración.

Hay muchas más noticias de interés, y nosotros hemos escogido éstas. La semana que viene les sorprenderemos con otras, gracias por estar ahí, amigos de Tasararte: https://www.tasararte.com/blog/.