Los Patriarcas Abraham e Isaac.

Los hebreos, nómadas y pastores, tuvieron una organización patriarcal que evolucionó hacia una monarquía. Los Patriarcas tuvieron una doble función, la de Juez y la de Sacerdote.

Hoy hablaremos de Abraham. Su comienzo se sitúa en el siglo XX antes de Cristo, nació en Mesopotamia, y fue el organizador del pueblo hebreo, elegido por Dios para preparar la venida del Mesías.

En el arte paleocristiano, la representación iconográfica de Abraham es un anciano de largos cabellos blancos; su vida y la de su hijo Isaac prefiguran la vida de Cristo.

Un día Dios se apareció a Abraham, y le dijo que se dirigiera a la tierra donde le haría padre de un gran pueblo. Abraham se puso en camino con su mujer Sara, sus sirvientes y ganados, y llegó a la tierra que se llamaría Palestina o Judea.

El nacimiento de Ismael.

El Señor había prometido a Abraham multiplicar su descendencia como las estrellas del cielo, pero éste seguía sin tener hijos, por lo que, de acuerdo con Sara, tomó a Agar, su esclava egipcia, de la que nació Ismael, aunque éste no sería el heredero de las promesas de Dios. Años más tarde, Yahvé renovó su alianza con Abraham, anunciándole, a pesar de la avanzada edad de Sara, que concebiría un hijo. Éste fue Isaac, de cuya descendencia nacería el Mesías.

Agar e Ismael.

Sara vio que Ismael trataba mal a Isaac, por lo que dijo a su marido que expulsara a la esclava y a su hijo, porque si no Isaac tendría que compartir la herencia. Abraham, a pesar de sus sentimientos, comprendió que la situación era voluntad de Dios, y dándoles pan y un odre lleno de agua, despidió a Agar y a Ismael para que se dirigieran a Egipto.

Después de andar errantes por el desierto, les faltó agua. Para evitar contemplar la muerte de su hijo por sed, hambre y fatiga, Agar dejó a su hijo bajo un arbusto y rompió a llorar con desesperación. Entonces, se le apareció un Ángel, que le dijo: “No temas, porque Dios ha oído la voz de tu hijo. Toma al muchacho, cógele de la mano, porque será cabeza de una gran nación”. A continuación, Agar abrió los ojos y vio un pozo del que sacó agua para beber. Ismael vivió en los desiertos, convirtiéndose en un hábil arquero. Fue el progenitor de la raza árabe.

Giovanni Battista Tiepolo – Agar e Ismael en el desierto (Agar e Ismaele nel deserto), 1732. Óleo sobre lienzo. 140 × 120 cm. Scuola di San Rocco, Venecia.
El sacrificio de Isaac.

Yahvé quiso probar a Abraham, diciéndole que tomara a su hijo Isaac para ofrecerlo en sacrificio en la montaña. Abraham, obediente, así lo hizo. Se levantó al alba y marchó con su hijo y dos servidores. Cargó la leña sobre los hombros de Isaac mientras él llevaba el cuchillo. En el camino, su hijo le preguntó: “Padre, llevamos leña y fuego, pero ¿dónde está la víctima del holocausto”. Abraham respondió: “Hijo mío, Dios proveerá”. Al llegar a lo alto de la montaña hizo un altar, puso la leña y sobre ella a Isaac después de atarle. Cuando levantó el cuchillo para degollar a su hijo, un Ángel le detuvo, su obediencia había sido probada. Alzó los ojos y vio un carnero enredado por los cuernos en un zarzal, se apoderó de él y lo ofreció en sacrificio. Dios le dijo: “Por obedecerme, te bendeciré largamente, y multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo y la arena”.

Abraham e Isaac en la Historia del Arte.

En la Historia del Arte, el sacrificio de Isaac es, sin duda, el acontecimiento más representado de la historia de Abraham. Significa la moral hebrea del sometimiento del hombre a la voluntad de Dios. Isaac conducido a su sacrificio, como Cristo por el camino del Calvario; el carnero enreda sus cuernos en una zarza, prefigurando la corona de espinas. La imagen que hemos escogido de portada ilustra este episodio, se trata de la obra de Michelangelo Merisi da Caravaggio  “El sacrificio de Isaac  (Sacrificio di Isacco)”, de 1603, un óleo sobre lienzo de 104 × 135 cm. que se encuentra en la Galería Uffizi, en Florencia, Italia.

A lo largo de las próximas entradas de este blog abordaremos temáticas recurrentes de iconografía cristiana. Gracias por leernos, nos despedimos hasta la próxima entrada en nuestro blog www.tasararte.com/blog/

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