Centenario de la Revolución rusa. Estamos en el año 2017, la Revolución rusa de Octubre cumple 100 años, todo una efeméride que al arte no le deja indiferente. La Royal Academy de Londres inaugura desde el 11 de Febrero al 17 de Abril una muestra “Revolución: arte ruso entre 1917 y 1932” con la enorme ambición de recorrer dicho periodo con 200 obras de arte. Lo que inicialmente fue un sueño degeneró en pesadilla y la vanguardia cayó bajo una violenta represión que a muchos artistas les costaría la muerte, el encarcelamiento en gulag o el exilio. Chagall, Kandinsky, Malevich, Tatlin, Brodsky, Deineka, Mukhina y más artistas que recorren desde el realismo soviético a las vanguardias más radicales, pretenden mostrar al visitante la variedad de lenguajes que recorren un periodo tan crucial de la historia soviética; además de obras de arte se incluyen documentos, fotos, porcelanas, carteles y proyecciones de películas de propaganda. En el recorrido se ilustran grandes retratos de líderes, la importancia del hombre y la máquina para modernizar un país atrasado, héroes anónimos y una sala dedicada a Malevich. Interesantísima muestra que probablemente vendrá a España.
La caída de los zares. Cercana al contenido de la anterior, en Ámsterdam en el Museo Hermitage, se inaugura una exposición que narra el final de los zares y la victoria de los bolcheviques con fondos de la casa madre de San Petersburgo; “Los Romanov y la Revolución” rememora el final de una dinastía de 300 años, en la que Nicolás II y toda su familia fueron fusilados en Ekaterimburgo en julio de 1918 tras el triunfo de la Revolución. Filmaciones de la boda de Nicolás y Alejandra, escenas familiares en su arresto domiciliario, fotos de Rasputín, dibujos y juguetes de los hijos de los zares, el diario de la madre con entrada fechada el día anterior a su fusilamiento, bayonetas utilizadas para rematar a la familia y muchas fotografías ilustran un momento crucial de la historia rusa, hasta la recreación de El Pasaje, galería comercial de San Petersburgo; joyas Fabergé, jarrones art deco, vestidos de gala y uniformes, figuras de porcelana, carteles de la guerra ruso-japonesa; un despliegue de elementos que rememoran un pasaje de la historia reciente de la Rusia de inicios del siglo XX.
El muro de la gente. Los Museos de Nueva York se muestran indignados por las leyes anti migratorias de Donald Trump, y cada uno desde su propia interpretación desafían la orden presidencial de no dar cabida a colectivos de determinadas nacionalidades; el MOMA reemplazó “El jugador de cartas” de Picasso, por obras de artistas sirios, yemeníes, iraquíes, iraníes, sudaneses, somalíes o libios, haciendo ver que están en desacuerdo con la actual actitud presidencial, al ser América un país ideal de acogida para la libertad vital de cualquier persona, al margen de su nacionalidad. Centros más minoritarios como el Museo del Barrio, nacido en el Harlem latino, también se ha unido a la protesta creando “El muro de la gente”, donde todo el mundo puede compartir lo que está pensando. Estados Unidos está pasando por un momento crítico para la comunidad de inmigrantes y el arte como manifestación de protesta se une a este rechazo.
Viviendas para refugiados. Un acuerdo de colaboración entre la Fundación Ikea y Acnur hizo posible el diseño y desarrollo de unos refugios que, por sus características e innovación, han recibido el Gran Premio como el mejor proyecto de arquitectura del año en los reconocidos Beazley Design Awards, que reconoce los diseños más originales en las seis categorías participantes (Arquitectura, Digital, Moda, Gráfico, Producto y Transporte). El jurado ha destacado su innovación y compromiso con la situación que viven los refugiados en el mundo. Estas viviendas se llaman “Better Shelter”, llegan en cajas de cartón y se montan en cuatro horas (evidentemente, son de Ikea), dan cabida a cinco personas en sus 18 m2, y están diseñadas para durar tres años, mucho más que los seis meses de vida útil de los refugios convencionales.
La desprotección de la arquitectura del siglo XX en Madrid. Una exposición en CentroCentro en el Palacio de Cibeles de Madrid nos invita a reflexionar sobre patrimonio arquitectónico perdido junto con otro en peligro de desaparecer o en proceso de transformación en Madrid; lleva por nombre “Ciudad Decisiva” y documenta los casos de proyectos emblemáticos como la casa Guzmán del arquitecto Alejandro de la Sota, las Cocheras de Cuatro Caminos, el edificio Pagoda de Miguel Fisac entre otros. La avaricia y la especulación inmobiliaria acabaron con ellos o podrían hacerlo, cuando lo que realmente habría que hacer es protegerlos dándoles otros usos si fuera necesario, en Madrid hay muchos ejemplos: el cuartel del Conde Duque es ahora un centro cultural, el museo Reina Sofía reaprovecha el hospital de San Carlos, la Universidad Carlos III está en un cuartel y el antiguo Matadero es hoy una fuente de cultura.
Comienzan los preámbulos de la semana del arte. Argentina es el país invitado este año en la Feria de Arte Contemporáneo ARCO 2017, ayer se anunció en Casa de América con el ministro de Cultura argentino presente, Pablo Avelluto; éste anunció que el presidente Mauricio Macri estará presente en el acto de inauguración; cuarenta artistas argentinos y doce galerías bonaerenses estarán presentes para traer lo mejor de las artes de este país, el ministro relata que el arte de su país está la altura de otras manifestaciones culturales como la literatura y el cine, tan presentes en España; y lo define como una mezcla de “irreverencia, desafío y con cierta vocación por llamar la atención”, actitud que ya veremos si adoptan o no los artistas en sus obras. Todo un acontecimiento para acercarnos más a un país tan cercano como es la Argentina.
Una muestra de un fotógrafo marxista, Lewis Baltz, se anuncia en la Fundación Mapfre de Madrid; es una retrospectiva tras su muerte en el 2014, el “Topógrafo de la caída del Imperio Americano”, la titula algún medio. Sin más nos despedimos, hasta la semana que viene en nuestro blog www.tasararte.com/blog/