La buena gestión de la Feria de Arte Contemporáneo Arco, hace que abra sus puertas la primera edición que se celebra en Portugal. 45 galerías de las cuales 19 son portuguesas, 13 españolas, cinco del resto de Europa, 17 latinoamericanas y dos norteamericanas exhibirán obra de los siglos XX y XXI en una vieja fábrica de cordonería. Estos eventos son muy positivos para el mundo del arte dinamizando estructuras sociales y culturales al atraer la atención mediática y la curiosidad de gran parte de la sociedad que siente como si al adquirir una obra de arte, poseyera una parte de la cultura. Este ARCO Luso es más pequeño y más concentrado, jugando con un artista destacado por galería y poniendo en valor lo que se expone.
La artista de gran prestigio Paula Rego (Lisboa 1935) sigue dando guerra, la particular temática figurativa que indaga sobre la tragicomedia de la vida familiar como tema de sus obras, ofrece una nueva muestra; expone en Las Casas das historias de Cascáis, sus últimos trabajos basados en una recreación personal de las novelas del escritor Eça de Queirós. Rego es una artista singular, desgarradora, que tiene su particular museo monográfico en Cascáis, donde ahora expone; también famosa fue su serie de pinturas crueles sobre el aborto clandestino. Un mundo personal de seres infelices, desgarradores, cerca de la temática de Bacon, Balthus o Sergio Sanz, una magnifica creadora que ahora vuelve a ser noticia por emular parte de la temática del escritor de El Crimen del Padre Amaro o Los Maia.
“Un grafitero es en un museo como un león en la jaula de un zoo” dice un visitante de la exposición que se ha inaugurado en Roma en el Palazzo Cipolla en Roma sobre la obra del artista Banksy, quien no para de aparecer en los medios y cuyo rostro es una incógnita, ¿será un mero montaje publicitario?, ¿o de verdad existe Banksy y el tema se le va de las manos? Son 150 obras bajo el epígrafe Guerra, Capitalismo y Libertad que hasta el 4 de Septiembre podrá visitarse en la ciudad eterna; un artista que nace en las calles por su descontento con la deriva mercantilista del mundo y que ahora muestra sus obras (porque 150 no se consiguen tan fácilmente) en un Palacio donde cobran por entrar (suena raro); al fin y al cabo el éxito de Banksy es la simplicidad de sus mensajes: “La Guerra es mala” “El capitalismo provoca daños graves” “La Libertad es difusa”… Hay más grafiteros que muestran su descontento, como el italiano Blu o el francés JR, que ha borrado en París la pirámide de Ming Pei al lado del mítico Museo Louvre con una intervención en la que coloca sobre la estructura de cristal una fotografía gigante que reproduce el pabellón Sully; el creador francés de 32 años dice que quiere que sus intervenciones en la ciudad hagan que la gente interactúe con sus instalaciones, que se impliquen en la obra, con una participación activa y creen su propio punto de vista. Es la estrella francesa del llamado Street art.
En víspera de la inauguración de la gran exposición sobre El Bosco que se inaugurará el martes 31 de mayo en el Museo del Prado, se estrena un documental dirigido por Jose Luis López Linares sobre la obra “El jardín de las delicias” titulado “El Bosco, el jardín de los sueños”, en la que treinta personalidades dan su testimonio y hablan de su pasión sobre la obra. Un documental sin narrador, ni hilo conductor durante noventa minutos que acaparará el interés del espectador por la treintena de personalidades del mundo de la cultura que hablan sobre el tríptico, el cual fue concebido como un tema de conversación para una audiencia formada por nobles de la época; todo aderezado con música de Bach, Elvis Costello o Lana del Rey y con un presupuesto algo exiguo: € 220.000. Calentando motores para la muestra del año.
La fotografía de Paco Gómez emerge del olvido para protagonizar la muestra de El Canal de Isabel II, es su primera gran retrospectiva en la que se disecciona el alma de la ciudad de Madrid, bajo el titulo Archivo Paco Gómez. El instante poético y la imagen arquitectónica el fotógrafo observó con el registro de su cámara las transformaciones arquitectónicas del Madrid de los sesenta. Parece que lo abstracto convive con el neorrealismo en su trabajo, con una visión existencialista de la vida.
La Bienal de Venecia de arquitectura comisariada por el chileno Alejandro Aravena plantea la urgencia de repensar la arquitectura como un transformador social; hay que reconectar sociedad, futuro y arquitectura, ya que la gente progresa con el arte de edificar, utilizando éste como arma transformadora. Este chileno de 49 años quiere señalar la importancia de la transformación del mundo desde su aportación de espacios arquitectónicos.
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