El mundo del arte no deja de ofrecer muestras de inusitado atractivo, cada vez más y más. Los artistas una vez fallecidos mantienen vivo su arte a través de las exposiciones que en distintos centros culturales del mundo se celebran, y a veces por eso mismo están más vivos que cuando respiraban. Sigmar Polke nació en Alemania en 1941 y fallece en el 2010 en Colonia, es un artista del movimiento llamado realismo capitalista, que es la versión alemana del Pop art. Fue alumno aventajado de Joseph Beuys y su obra destila un algo especial que la convierte en atrayente. Uno de los mayores coleccionistas del mundo, al que ya hemos aludido recientemente es Francois Pinault, quien ha inaugurado en el Palazzo Grassi en Venecia una muestra antológica de obra de este artista, todos son lienzos de su propiedad y el motivo es la celebración del décimo aniversario de la inauguración del palacete veneciano, que es el centro expositivo que se mantiene abierto al público y exhibe su colección personal. El lenguaje artístico de Polke es complejo; cómics, western, estética del punk; también enseñanzas de Goya, Durero y William Blake; en sus lienzos conviven la alta y la baja cultura, la figuración y la abstracción, la pintura y la fotografía; toda la historia del arte mezclada con la época hostil y confusa que le toco vivir. Toda una generación de artistas alemanes que no salían de su perplejidad y tuvieron que dar rienda suelta a su genio, sujetos por un pasado que no llegaban a comprender. Profundizar en la obra de Polke merece la pena, el MoMA y la Tate Modern le dedicaron grandes retrospectivas en el 2014 y su cotización en el mercados secundario se disparó en el 2011 alcanzando una obra 24 millones de euros.

Damián Ortega (1967) es un mexicano que ve con ironía la arquitectura y la tilda de “fracasada”; es un punto de vista que a su juicio ofrece una gran verdad; inaugura una muestra en el Palacio de Cristal de Madrid en el Parque del Retiro, que depende del Museo Reina Sofía; para concebir en imágenes esta exposición compara la destrucción de las Torres Gemelas con otra gran proyecto urbanístico, Pruitt-Igoe, en San Luis, Misuri, ambas creaciones de Minoru Yamasaki; una triple instalación albergada en este centro expositivo pone en relación la destrucción de ambas, ¿cómo?, difícil de expresar en palabras. El pensador mejicano ofrece una instalación sobre el Titanic que cuelga del techo por unos finos hilos; una versión escultórica de la Torre Latinoamericana, el edificio más alto de México construido en una de las zonas de más alto riesgo sísmico; y otra instalación de título El cohete y el abismo que es una disertación sobre la ambición humana y los condicionantes impuestos por la naturaleza y la ingeniería. Parece interesante y sobretodo invita a pensar en esa invasión egocéntrica con la que a menudo reta el hombre a la naturaleza.

Pierre Auguste Renoir (Francia 1841 – 1919) enfrenta al Museo Thyssen con la Fundación Mapfre, ambas instituciones ofrecerán en otoño muestra monográficas y retrospectivas del genial pintor impresionista francés, y ambas se ignoran alegando “que no tienen por qué tener en cuenta para sus planes lo que hacen las demás, que ya tienen suficiente con lo suyo”. Renoir y la intimidad presidirá la muestra de la Fundación Thyssen el 18 de octubre con 78 obras; y Pierre Auguste Renoir se celebrará en Barcelona desde el 16 de Septiembre en la Fundación Mapfre. Quinientos kilómetros las separan. Este no es el único caso en el que una programación de un centro se solapa con la programación de otro.

Otro desencuentro parecido ha ocurrido con Caravaggio, el gran genio milanés del siglo XVII convivirá en dos muestras simultáneas, una en el Thyssen: Caravaggio y los pintores del norte, programada para el 21 de Junio en el palacio de Villahermosa, con otra muestra de Patrimonio Nacional: De Caravaggio a Bernini. Obras maestras del Seicento italiano en las colecciones reales que incluirá entre las 68 obras Salomé con la cabeza del Bautista. En Tasararte amamos profundamente el arte de Michelangelo Merisi y no vemos el momento de ir a verlas.

Molenbeek, Bruselas, es ese barrio “conflictivo” de mayoría musulmana y alta tasa de paro juvenil en el que se crió y planeó los atentados de noviembre en París el yihadista Salah Abdeslam; finalmente se le detuvo y cinco días después se producían los atentados del aeropuerto de Bruselas y el metro de Maelbeek ¿son todos sus habitantes yihadistas?, está claro que no, pero el barrio es férreamente vigilado. A apenas 300 metros de distancia se levanta el nuevo museo MIMA (Museo Iconoclasta de Arte del Milenio), en una antigua fábrica de cervezas. Un museo con vocación de exhibir aquello que no suele entrar en los museos. La exposición con la que se inaugura es City Lights (Luces de ciudad), una propuesta de cinco artistas callejeros procedentes de Brooklyn: Swoon, Maya Hayuk, Faile y el dúo Momo. El responsable del centro, Raphaël Cruyt, nos explica que este proyecto es un “laboratorio” de convivencia, que lo que está ocurriendo en Molenbeek es lo que poco a poco va a ocurrir en Europa, que si aquí fracasa la convivencia fracasará en Bélgica y en Europa; toda una iniciativa a la que damos la enhorabuena.

Nos sorprende una noticia publicada en El País sobre la apertura cultural que está teniendo Irán en su capital Teherán con la renovación de sus murales urbanos. Una nueva generación de artistas está cambiando el paisaje visual de la ciudad con unas obras más coloristas y con más fantasía frente a las “tradicionales” de consigna política y revolucionaria de “muerte a Estados Unidos”. Los murales en Teherán surgieron en 1979 con el nacimiento de la República Islámica para difundir consignas del régimen, y se intensificaron durante la guerra con Irak, y aunque muchas de estas obras se repintan cada año, desde hace una década se ha dado paso a otro tipo de obras más alegres. Una de las representantes de esta nueva generación de artistas es Leila Delfan, de 28 años, que el pasado año ganó la bienal sobre los mártires convocada por la Oficina de Embellecimiento del Ayuntamiento de Teherán. Estuvo durante dos meses en un andamio de ocho pisos para realizar la obra Conmemoración, dedicada a  un niño de 15 años mártir de la guerra contra Irak en 1980.

Esta semana viajaremos a Salamanca el lunes y a León el miércoles a inventariar y tasar dos colecciones, una de pintura y otra de antigüedades, de artes decorativas. Poco a poco y con tesón vamos cubriendo objetivos. Gracias por leernos: https://www.tasararte.com/